18/9/08

¿PARA QUÉ? ¿PARA QUIEN?



Somos la semilla de la realización escondida detrás de la corteza que envuelve lo realmente valioso y que existe implícito en nuestro ser, detrás de la simpleza de una semilla se esconde, no solo una esplendorosa o sencilla flor, sino una cantidad ilimitada de nuevas semillas que serían capaces de dar fruto y poblar el mundo con su presencia.

Tenemos miedo a germinar, a abandonar la calida corteza que nos protege del esfuerzo necesario para brotar desde nuestras limitaciones, para emerger victoriosos a través de la tierra, en medio de las piedras y malezas que pretenden impedir que demos fruto, es cierto, al romper el cascaron somos mas frágiles, quedamos desprotegidos y una transformación algo dolorosa comienza a efectuarse en nosotros, pero si somos valientes y capaces de comprender el glorioso milagro de emerger de cara al sol, para crecer y nutrir nuestro ser con su luz radiante, en poco tiempo nos convertiremos, no solo en una planta, sino en flores y frutos que a su vez producen más y más semillas para sembrar todo lo que existe a nuestro alrededor con la fragante belleza del amor.

¿Hace cuanto no contemplas el milagro de un nuevo amanecer? Vivimos en el mundo sin participar de él, enterrados en el pozo de nuestras miserias con los ojos cerrados al regalo de la existencia, podemos participar del gozo de la vida si nos damos permiso de compartir con el universo la fiesta de la creación, si podemos entender la portentosa maravilla que trae la noche para permitirnos el descanso y anuncia un nuevo día con el himno sagrado de las aves, una gozosa expresión de plenitud que se manifiesta cada nuevo amanecer sin que nos percatemos de su contundente mensaje de renacimiento.

Participar de la existencia es unirnos a ella con la alegría de estar vivos, con una acción de gracias en cada sonrisa que logren esbozar nuestros labios ante la sencilla gloria de cada segundo, ser capaces no solo de percibir lo que nos rodea sino de unirnos a ello para ser parte del milagro de vivir con todo nuestro ser.

Nos movemos por la vida en medio del miedo y el deseo, la obsesión por el resultado oculta a nuestros ojos la alegría del hacer, cada uno de nuestros actos se proyecta hacia una posibilidad futura y esto nos roba el sentido de la vida, la vida es ahora, en este instante y de pronto mientras escribo esto, también estoy pensando ¿Para qué? ¿Para quién? Y me pierdo el placer de sentir como surgen imperiosas, sencillas, simples y verdaderas mis palabras, desde un lugar desconocido que yace dentro de mí iluminado fugazmente por el relámpago de la inspiración, que por unos breves instantes logra comprender un fragmento de verdad, después de este momento quedare de nuevo sumergida en las oscuridad de mis creencias, de mi ego y de mi ignorancia pero lo que quedó escrito en estas paginas volverá a mi, encendiendo una lucecita tenue, volverá a su fuente y se quedara allí hasta que sea capaz de escribirlo sin pensar ni por un instante ¿Para qué? ¿Para quién?

11/9/08

CONCIENCIA Y PRESENCIA


Vivimos sin darnos cuenta, absorbidos totalmente por las actividades cotidianas, casi nunca experimentamos totalmente lo que hacemos, andamos enredados en pensamientos, ideas, recuerdos, juicios, planes y sueños, cada momento estamos recordando o anticipando otras experiencias y generalmente lo que imaginamos parece más gratificante que lo que tenemos la oportunidad de vivir.

La mente suele idealizarlo todo y esa es una de las raíces de la insatisfacción, casi nunca los hechos se ajustan a lo imaginado, entonces cada experiencia parece simple al compararla con lo que la mente conjeturó, esto es lo que la hace una hábil ladrona de la experiencia.

Unir la mente con el cuerpo es la manera de experimentar realmente, mantener la presencia en cada momento concentrado en absorber la experiencia real y no la imaginaria, que siempre parece ofrecer algo mejor, intentar llegar a cada momento sin expectativas irreales de lo que puede ser, con los sentidos abiertos y con la firme intención de disfrutar lo que ofrezca sin contar con un punto de comparación previo, aportado por la manía mental de preverlo todo.

El cuerpo está diseñado para experimentar, la mente fue entrenada para juzgar, planear, anticipar y recordar, sin embargo se le puede enseñar a unirse a la experiencia, a colaborar con el cuerpo en ella, a compartir con los sentidos el placer de vivir, podemos enseñarle a usar el cuerpo para experimentar, permitirle tocar con nuestras manos, escuchar con nuestros oídos, ver con nuestros ojos, olfatear con nuestra nariz , saborear con nuestra boca, respirar con nuestros pulmones y sentir con cada una de nuestras células la alegría que brinda una experiencia real, plena y consciente.

RELACIONES

Las relaciones son la mejor escuela, cada ser humano con el cual nos relacionamos es un maestro y a la vez un alumno, la vida lo ha enviado para enseñarte algo; cada relación te da la oportunidad de valorar tu individualidad y la de los demás.

No obstante las relaciones tienden a ser el terreno propicio para el dominio, usualmente no nos relacionamos con la persona en sí, sino con un ideal forjado por nuestras necesidades insatisfechas, por vacíos que debemos llenar y que esa persona parece poder satisfacer.

Pretendemos que los demás vivan su vida a nuestra manera y adopten nuestros principios y valores, eso nos mantiene en constante conflicto, proyectamos nuestros deseos y necesidades esperando que otros las satisfagan, que cumplan con el papel que les hemos asignado en la vida, sin preguntarnos si es lo que desean o necesitan, para su propia satisfacción.

¿Sabes escuchar realmente? ¿Cuál es el origen del conflicto? ¿Cómo buscamos aprobación? ¿De qué manera usamos la culpa y el drama?; la respuesta a este y otros interrogantes nos dará una clara visión de cómo funcionan la mayoría de las relaciones convirtiéndose en fuente de infelicidad e insatisfacción cuando deberían ser un lugar de encuentro que enriquezca a las partes.

4/9/08

NOTICIA





Diana Rodríguez Angulo ingresa como conferencista de Idelco

Después de dictar conferencias en diferentes escenarios Diana Ximena Rodríguez ingresa el 26 de agosto al grupo de conferencistas de Idelco.

Su excelente expresión oral y escrita, su dedicación y manejo de los temas, fueron las principales características que facilitaron su ingreso.

Diana es conferencista para temas de escuelas de padres y familia en la sección Idelco Niños.
Próximamente dictará las charlas:
Técnicas Clave para Escuchar su Hijo en la que los padres aprenderán las maneras de comprender las señales que transmiten sus hijos en etapa infantil y así mejorar la forma en que los están formando. 13 de septiembre.
Papá ¿en qué mundo vives? en esta charla se tratan las diferencias generacionales existentes entre los padres y los adolescentes de hoy. 20 de septiembre.
Relaciones Conflictivas – Relaciones Concientes las relaciones actuales pasan por momentos de inestabilidad, saber sortearlos y avanzar a una relación conciente no es tarea fácil. En esta conferencia se hablarán de los consejos y de los principios de este tipo de relaciones en las que se obtienen grandes recompensas. 27 de septiembre.

Las charlas se harán en la calle 88A 30-46, Salón Berakah.

Nadia Rojas Muñoz
Coordinadora de Eventos y Comunicaciones
Teléfonos: 483 00 00 / 483 34 09

2/9/08

TECNICAS CLAVE PARA ESCUCHAR A SU HIJO

Escuchar a los niños es realmente un asunto sencillo si nos dedicamos a ello poniendo en ese momento toda nuestra atención, no sólo para saber lo que dicen sino, lo más importante, para captar el mensaje oculto detrás de sus palabras y actitudes.

Las frases que usa habitualmente el niño, su expresión corporal y en general su comportamiento cotidiano, son claros indicios de la educación que les estamos dando y de los condicionamientos que estamos implantando en su subconsciente, si prestamos atención a estas señales podemos, a partir de esto, revaluar la tarea de formarlos como seres independientes, autónomos , seguros de sí mismos, con una mentalidad abierta y creativa y con una sana inteligencia emocional, condiciones estas que les aseguran una vida más plena y satisfactoria, unas mejores relaciones y un desempeño social y escolar más armónico.