16/5/09

MOMENTOS

¡Cuántos momentos comunes a la vida de todos y tan pocos que merezcan realmente el carácter de extraordinarios! sin embargo son esas experiencias cotidianas las que marcan el carácter, las que implantan en ese universo subterráneo de tu mente temores y creencias que pueden de igual manera arruinarte la vida o convertirla en un paraíso terrenal.
Los sentimientos suscitados ante cada experiencia logran con su fuerza magnificar tus dones o anularlos gracias a esa insondable manera que tiene el subconsciente de percibir cada vivencia, analizarla y depurarla dándole un significado diferente para cada ser, es por esta razón que las mismas experiencias en diferentes seres dejan huellas que anulan, generan una fuerza inexplicable que impulsa al logro de lo imposible ó simplemente pasan desapercibidas sin generar nada diferente a un recuerdo que difícilmente y sin un estimulo extraordinario lograrías rescatar del fondo de la memoria.
Cada instante, cada emoción o pensamiento es un cuadro en la cinta de tu vida, una escena que pasa ante tus ojos, quedarte en uno de ellos es detener la película y perderte la emoción de ver su desenlace, cuando ves un filme no congelas la imagen y te quedas por horas contemplando un solo cuadro, vas viviendo con los personajes la trama y la dejas transcurrir sin involucrarte o sin desear perpetuar una escena, así mismo es la vida.
Momentos tristes y alegres, sublimes o sencillos, da igual, cada uno de ellos es un cuadro en la escena de la vida, experiencias, personas, relaciones e interacciones, triunfos y fracasos, la existencia consiste justamente en pasar por todos y cada uno de esos momentos con la experiencia como única posibilidad de acción.
No puedes detener la cinta, no es posible poner pausa cuando las cosas se complican o cuando el momento es tan feliz que deseas perpetuarlo, la película de la vida sólo se detiene al final, no la puedes pausar, atrasar o adelantar, tendrás que vivir el vértigo de la existencia, afrontar cada momento con lo que tengas en él para hacerlo de la mejor manera.
Lo que puedes hacer es aprender que cada momento es un oportunidad que se te ha dado para dar lo mejor de ti, para probar tu coraje, tu serenidad o fortaleza, para vivirlo con alegría y sin quejarte porque ya está ahí y nada puede cambiar lo que ya es, el momento que vives es una simple consecuencia de tu reacción al anterior, la vida es una cascada de sucesos que se conectan y de la manera como los afrontes dependerá en gran medida la calidad de tu futuro.
Si este momento no te gusta pero lo aceptas sin mayores dramas, lo dejas que pase sin quejarte, amargarte ni resistirte a ello el siguiente momento con toda seguridad será mejor y la secuencia se irá corrigiendo hasta anular lo que intento causarte malestar, pero si por el contrario te quejas, te enojas, te resistes y haces un drama, el momento siguiente reflejará tu negatividad y la secuencia de sucesos se tornará cada vez más negativa.
Recuerda siempre: un momento es un instante efímero de tu existencia, déjalo ir y ya no tendrá poder sobre ti, esta actitud le dará fluidez a tu vida, cuando entiendes que cada momento es un pequeño paso en un largo recorrido en busca de lo mejor de ti, un avance en el camino de tu auto realización, una etapa más de tu crecimiento, lo vivirás agradecido por tener a cada segundo una nueva oportunidad de enmendar tus errores, de aprender nuevas cosas, de mejorarte a ti mismo y a tu entorno, de decidir un nuevo rumbo si el que sigues no te está llevando a donde quieres ir, todo pasa y te queda la experiencia para afinar tu andar, para caminar más firme y decidido en busca de la mejor versión de ti mismo.
Aprovecha cada momento para evaluar tu actuar, tu pensar y tu sentir, toma la oportunidad que la vida te ofrece en cada uno de ellos y no los desperdicies aferrándote a lo que ya pasó o esperando lo que ha de suceder, lo único que cuenta y determina tu destino es lo que hagas en el momento justo que estás viviendo.