10/6/10

MADUREZ

La verdadera madurez no llega con los años sino con la comprensión.

Comprender como funciona realmente la existencia te ayudará a llevar una vida mucho más relajada y libre de tensiones innecesarias y sufrimientos auto inflingidos.

Madurez es aceptar el curso de las cosas tal como van llegando, no luchar ni batallar contra lo que ya es, vaciarse de deseos vanos y metas inalcanzables, colmar cada segundo de tu día con la alegría y el gozo de ser simplemente.

Madurez es comprender que cada segundo es único e irrepetible, que lo que tenga que ser será con o a pesar de tus esfuerzos, que resistirse es sufrir pero aceptar es encontrar la formula de la felicidad sin causa.

Es despertar del sueño profundo que has creado para ti y para todo lo que te rodea y comprender que lo que llamas malo, feo o desagradable es lo que se sale del guión y no colabora con tu sueño y lo que llamas bueno, bendición y triunfo es lo que se ajusta a lo que estás soñando.

El problema es que nada ni nadie ha sido creado para existir en el sueño de otro y tarde o temprano se mudará para habitar por un tiempo en otro sueño diferente, su propio sueño.

Madurez es entender que esta vida es una estación y que solo lo que vives te quedará, restarle importancia a todas las exigencias del mundo que te esclavizan innecesariamente, gozarlo todo, dejarte llevar como una nube en el firmamento a merced de la brisa, sin tener ninguna opinión, buena o mala, al respecto.

Es entender que si vives proyectado hacía afuera estarás siempre comparando y anhelando ser un poco de cada ser que observas, tendrás como modelo a millones de personas y cada una de ellas te creará un deseo distinto, y es muy difícil vivir queriendo ser todo menos lo que eres.

Aceptarse y aceptarlo todo, eso es madurez, asentarte en el amor por ti mismo en total entrega a lo que es, desligarte de la opinión ajena y de la de tu propia mente, cuando maduras comienzas a existir desde tu ser independiente por completo de lo externo, en un estado imperturbable en el cual ya nada puede dañar, nada puede ofender y no hay nada que temer.

Porque al fin entiendes que el mundo que ves es tu creación, que si lo aceptas todo es adecuado, todo se pone en su lugar y es perfecto gracias a tu nueva visión.

Madurez es entender lo que antes no eras capaz, como los niños que antes de crecer hacen preguntas que nos sorprenden por su extraña lógica y sin embargo tienen sentido porque aún hay tanto que no saben, pero a medida que crecen y comprenden pueden incluso reírse de sus anteriores inquietudes pues ya poseen la comprensión para darse cuenta de lo inocentes que fueron sus dudas.

Cuando maduras, te echas hacía atrás y observas el mundo desde tu nueva comprensión, entonces puedes reírte de tus pasados conflictos y preguntarte como fuiste capaz de sobrevivir en medio de tanta lucha y ceguera.

Madurez es alegría de vivir, entrega total al flujo de la existencia, conexión permanente con tu conciencia, es vivir despierto viendo la realidad como es y no distorsionada por las proyecciones de tus deseos y paradigmas, estar consciente la mayor parte del tiempo, atento, alerta, vivo, pleno, eso es madurez…

3/6/10

ESCUCHAR

¿Sabes escuchar realmente? Cuando observo una conversación me doy cuenta de que la comunicación es de una vía, del pensamiento propio a la palabra para expresarlo, no hay un intercambio real de ideas sino más bien una competencia por capturar la atención de los demás.

Escuchar realmente es una ofrenda de amor y un regalo para ti, es abrir los oídos y el corazón, absorber la esencia de quien habla, ir más allá de las palabras hacía lo que realmente dicen, cuando alguien se acerca a ti para hablarte hay en él una necesidad implícita que va más allá de la comunicación.

Encontrar ese mensaje oculto es una de las cualidades de un buen escucha, cuando alguien te abre su corazón no busca tu juicio, solo espera encontrar en ti un receptor atento de sus dudas y temores.

Juzgar a quien confía en ti es cerrarle la puerta, la escucha debe ser receptiva y amorosa, aprender a escuchar es abrir un libro de texto sobre el comportamiento humano, aún en las conversaciones más frívolas puedes percibir las emociones camufladas en la expresión verbal y corporal de los demás, el único requisito es escuchar.

Lo que una persona dice, las palabras que utiliza, el tono de su voz, su actitud relajada o tensa, los temas que toca, todos estos aspectos reflejan claramente su mentalidad, la expresión es transparente cuando existen ojos y oídos atentos a ella.

Escuchar es ir más allá de lo obvio, descifrar el código secreto de lo que en verdad quiere ser expresado, traducir las palabras al idioma de las emociones para encontrar finalmente lo que se esconde en ellas.

No hay nada más transparente que la expresión del cuerpo y los gestos del rostro, la actitud apoya o contradice las palabras y sólo si estás atento podrás notarlo.

Detrás de los reproches, la cantaleta y los dramas en una conversación hay una necesidad, no te sientas atacado, trata de descubrir lo que realmente se te está diciendo, es complicado expresar acertadamente lo que se quiere decir, se interpone el temor a herir o ser herido, el orgullo, el miedo al rechazo o a no ser comprendido, entonces lo que estaba tan claro en el pensamiento sale completamente distorsionado y la comunicación no cumple su cometido.

Esto se debe a que desde niños nos enseñaron a ser “prudentes”, a callar lo que sentimos y pensamos, nos criticaron por expresarnos, entonces cuando necesitamos decir algo se nos dificulta encontrar las palabras y nos frustramos, algo debe ser expresado y la mente, al no conseguir el apoyo de las palabras, se vale del drama, el llanto, la ira, la tristeza o lo que sea para exteriorizar, así sea erróneamente, la necesidad subyacente en la comunicación fallida.

Mientras más cercana es la relación más difícil la comunicación, las emociones entran a jugar un papel primordial en ella, la frase “tenemos que hablar” es un botón que avisa que viene un ataque y activa todos los mecanismos de defensa, te preparas para escuchar sólo lo que pueda afectarte y no lo que el otro quiere comunicar, buscas cualquier pretexto para iniciar el conflicto y así cerrar cualquier posibilidad de dialogo.

No temas escuchar con el corazón pues lo que el otro necesita de ti es solo tu amor, sus palabras no buscan tu culpa sino su alivio, sentirse comprendido y aceptado en sus temores y necesidades, escuchar y ser escuchado es el mejor regalo que puedes dar y recibir, el verdadero amor escucha con paciencia y habla sin temor.
Diana Rodriguez Angulo

2/6/10

DOLOR

El dolor es la reacción del ser humano ante aquellas circunstancias que considera inaceptables, injustas o trágicas, es la respuesta condicionada a todo aquello que nos negamos a aceptar, es también un reflejo de alerta y defensa ante las agresiones externas.

El dolor físico nos avisa de algún agente agresor y nos protege de un daño mayor, es uno de los más eficaces mecanismos de defensa del cuerpo.

El dolor emocional es mucho más complejo, hay ocasiones en las cuales sentirlo está plenamente justificado: cuando pierdes a alguien importante para ti, por que se aleja o muere; cuando algún estado u objeto temporal, en el cual basabas tu seguridad, desaparece; cualquier evento que haga tambalear el mundo bajo tus pies y te deje sin cimientos por un tiempo, es causa de dolor.

Este tipo de dolor, que surge como respuesta a un hecho concreto, es natural, debes aceptarlo como un estado temporal de animo que se denomina duelo, es sano sentirlo y asumirlo como lo que es, una reacción lógica ante una pérdida, ahora bien, si te identificas con él y terminas por integrarlo a tu personalidad, lo convertirás en un lastre para tu felicidad, en una excusa para que te compadezcan, en un pretexto para cobrarle al mundo por lo sucedido.

Hay otro tipo de dolor emocional, que surge aparentemente de la nada, de repente todo se torna gris, lo que hasta hace poco era motivo de dicha se convierte en el peor de los males, el mundo se vuelve hostil, te sientes solo y tienes miedo, ¿Qué pasó? ¿Qué provocó este cambio tan repentino?

Tu mismo y tu percepción influenciada por la mente que divaga sin tu control, a falta de problemas la mente se los busca, comienza a esculcar en el pasado y a desenterrar viejas heridas, se lamenta de todo aquello que no ha conseguido, añora los felices momentos vividos y pasados, se regodea en la culpa por los errores cometidos, comienza a planear su castigo y a vaticinar todo tipo de males para compensarlos.

Otro juego que le encanta a la mente es comparar tu glorioso futuro con tu sencillo presente, así te mantiene atado a tus deseos y ausente del ahora, te conmina a aplazar la felicidad para un mejor momento, ubicado siempre fuera de tu alcance, para la mente la felicidad siempre está más allá del aquí y el ahora, en otro lugar, en otro empleo, en otra relación, en otro tiempo, siempre posible pero distante.

El dolor surge del miedo y el miedo es la causa del conflicto, cuando te percibes como un mundo aparte te sientes solo y aislado, consideras que la vida es una lucha de todos contra todos, un campo de batalla donde la única posibilidad es la defensa y el ataque, en ese conflicto permanente está la raíz de todo sufrimiento.

El dolor es una consecuencia de la idea que tienes de ti mismo, nadie puede atacar lo que tú eres realmente, ni siquiera tú, solo los débiles atacan, la debilidad que percibes en ti es tu propia oscuridad y la luz que la disipa es la fortaleza interna que está disponible para ti siempre.

El dolor es una elección, mucho más cuando no hay una razón aparente que lo justifique, pero incluso cuando todo se derrumba puedes elegir la manera de sentirlo, con desesperación y rebeldía o en paz y aceptación, nada cambiará en la circunstancia que lo provocó pero si dentro de ti, esa será la diferencia, lo que es, es y ya pasó, lo único que puede ser cambiado es la forma como lo asumes.

Puedes buscar dentro de ti motivos para ser feliz o para sufrir y los encontrarás, siempre encuentras lo que buscas y en una mente tan compleja siempre habrá material para construir el mundo que deseas y la perspectiva que elijas tener.