30/4/10

MAESTRÍA

El único maestro es la vida y lo vivido; la única maestría es la que se logra sobre uno mismo. El interior de cada ser es tan vasto, complejo y único, que es casi imposible recibir o transmitir lo que a través de la experiencia se ha logrado asimilar.

Cada comprensión alcanzada al interior de uno mismo ha sido el resultado de un proceso largo y arduo, de una sucesión de experiencias únicas que despiertan destellos de consciencia y sabiduría, chispazos de conocimiento que surgen ante los retos de la vida.

Maestría es comenzar a comprender que la vida no es hacer sino ser, que el maestro obra en ti en forma de experiencias, cada paso es una cátedra diferente, cada desafío despierta nuevas inquietudes y a mayor deseo de aprender más variadas serán las experiencias que tu maestra, la vida, te brinde para apoyarte en tu propósito de crecer en consciencia.

Alcanzar la maestría es darte cuenta de que mientras más retos tenga la vida mejor maestro es y mayor progreso alcanza el alumno, una existencia repleta de emociones contrastantes, de experiencias desconcertantes, de sentimientos contradictorios, de altos y bajos, de cumbres y valles, de paz y desasosiego, de días soleados y noches oscuras, de brisas primaverales y fuertes tormentas, una vida así es el mejor maestro.

Una vida inexplicable donde nada está seguro, caótica y sorpresiva, dinámica, cambiante y caprichosa, si tienes la fortuna de tener una vida tal que te impida acomodarte en la rutina, que estimule tus sentidos, mente e inteligencia para afrontar los siempre cambiantes desafíos, es porque has sido elegido para ser un alumno destacado y crecer cada día.

¡La experiencia de cada uno es tan personal y única¡ está matizada por la singularidad de cada ser y se acomoda perfectamente para brindarle la oportunidad de trabajar consistentemente en esos aspectos en los cuales necesita un énfasis especial para avanzar hacia un mayor estado de consciencia y presencia.

Considérate afortunado si las experiencias de tu vida te suscitan intensas sensaciones y profundas emociones, si has amado con locura, si has sentido una tristeza tal que parece que te rompes en pedazos o una alegría tan intensa que tu corazón parece estallar de júbilo, si has atravesado una oscuridad tan tenebrosa que te ha hecho sentir indefenso ante la inmensidad de tu desamparo y si has conocido la luz intensa de un estado de gracia inefable, si has sentido que tu cuerpo vibra con la intensidad de las sensaciones que le brindan los sentidos y si eres capaz de ser, sin la compulsión por el hacer, para quedarte quieto y en silencio disfrutando la divina experiencia de existir sin que nada más llene tu tiempo.
Diana Rodriguez Angulo

27/4/10

DESAPEGO

DESAPEGO

El desapego es libertad, cuando ya no dependas de nada ni de nadie para ser feliz, serás libre por fin.

Si supeditas tu dicha a algo te esclavizas y entregas tu paz, el apego convierte el agua limpia en la cual tu vida fluye con ligereza en un espeso fango que hace pesado el trayecto, apegarse a cualquier cosa impide el cambio, te aferras a lo conocido, aunque sea doloroso, pues forma parte de lo que has logrado con tu esfuerzo y prefieres eso a experimentar algo nuevo.

Ya he usado varias veces el símil del río, vas con la corriente fluyendo libremente con ella, sin resistirte, de repente, en algún lugar del trayecto, sientes que debes tomar el control, ya no te place ir a la deriva, comienzas a nadar deteniendo el flujo y buscas algo a lo cual aferrarte: una relación, un trabajo, algún objeto, un negocio o simplemente la vieja manera de pensar; cualquiera de estas cosas es una rama a la cual te agarras para impedir que la corriente te siga llevando, te sientes firme y seguro en ese lugar.

El asunto es que esa rama, al igual que tu, es parte de un todo que debe seguir fluyendo y cambiando, no se quedará ahí sirviéndote de soporte para siempre, en algún momento se quebrará y caerás asustado a la corriente buscando desesperadamente tu asidero, luchando para no dejarte llevar, zambulléndote y saliendo a flote para buscar la rama que sustentaba tu seguridad.

Si la recuperas seguirás flotando sobre ella para evitar ahogarte, has puesto tu confianza en algo externo que entorpece tu ruta, mientras más grande el tronco más lento tu curso, avanzarás a tropezones, golpeando contra las rocas, girando descontrolado aferrado a tu rama.

Igual vas a merced de la corriente pero lo haces con dificultad, viajas cargado de preocupaciones en lugar de fluir ligero y en paz, eso es justamente el apego.
El desapego, en cambio, te permite hacer un alto en el camino y descansar, si encuentras algo que pueda hacer tu viaje más llevadero lo pones en la barca que viaja a tu lado apoyándote en la ruta y de la cual tomas lo que vas necesitando, tu sigues tu curso liviano y sin equipaje, sabiendo que contigo viaja un equipo de apoyo que te provee de todo lo necesario para continuar.

Cuando quieras, en cualquier momento de cansancio puedes acercarte a tu barca de apoyo, viajar por un tiempo a bordo de ella y disfrutar de lo que contiene, vas seguro porque sabes que sobre ella o llevado por la corriente nada te faltará.

La barca puede detenerse en algún puerto, dejar viejos elementos y cargar otros, el capitán sabe lo que necesitas para el próximo trayecto y va haciendo los arreglos para que siempre tengas a mano lo que se requiere en esa etapa del viaje, confías en su criterio y sabiduría, dejas lo que ya no te sirve y recibes agradecido lo nuevo, al principio te sientes extraño con el nuevo equipo, pero pronto te das cuenta que es apropiado para las nuevas exigencias de tu travesía.

Esa es la diferencia, el apego retiene y el desapego deja ir, el apego aprisiona y el desapego libera, el apego te impide disfrutar de lo que tienes por miedo a perderlo en algún momento, el desapego te permite gozar de todo mientras está presente y dejarlo ir en paz cuando ya no sea adecuado en tu camino.

Diana Rodriguez Angulo

26/4/10

CURAR

Comienzas a curar al mundo cuando te niegas a aceptar su enfermedad, la enfermedad del mundo es el ataque contra todo lo que ves, que no es otra cosa que el ataque contra ti mismo, la enfermedad del mundo es la creencia de que alguien tiene que perder para que tu ganes, que todo lo que quieres exige de ti un sacrificio, una ofrenda ante el altar del mundo para ser merecedor de sus regalos.

Hay una sola enfermedad y un solo remedio que la cura, la enfermedad es el miedo que se manifiesta de muchas maneras: odio, ataque, envidia, competencia, depresión, desesperación, angustia, lucha y egoísmo. Un sinfín de formas que el miedo adopta para mantenerte esclavo de su poder destructor, que carcome tu valía, te niega la dicha, te aleja de la gracia y te mantiene atado al dolor y al sufrimiento.

El remedio también es uno solo: el amor y al igual que el miedo adopta muchas formas: alegría, dicha, confianza, ternura, perdón, visión, sabiduría, caridad, grandeza, fortaleza, invulnerabilidad y servicio. Muchas formas también que pueden hacerte libre, sanar tu mente del miedo, compartirse y extenderse sin límites hacia un mundo enfermo, que sólo el amor puede curar.

Eliges la enfermedad o eliges el remedio y con esta elección eliges también tu papel en este mundo; lo que quieres ver y lo que deseas recibir depende únicamente de lo que estas dispuesto a dar y lo que el amor da es ilimitado, jamás se agota sino que se aumenta al compartirlo, se extiende infinitamente iluminando con su luz el mundo con un solo acto de tu voluntad.

El miedo, en cambio, no sabe dar, sólo arrebatar, sus consignas son: si alguien tiene algo es porque te lo ha quitado, para que tu tengas otro tiene que perder y lo que a ti te engrandece tiene que empequeñecer a otro; así vas por la vida creyendo que tu grandeza depende de su miseria y tu valor de restar el valor de otros; la valía no es un fondo de cualidades limitado y susceptible de ser repartido sólo entre unos pocos elegidos, es el regalo de Dios para sus hijos, totalmente imparcial, justo y equitativo.

Hay suficiente amor, alegría, salud, dicha, perdón y risas, también suficiente dinero, éxito, fama y todos esos requisitos del mundo que parecen sustituir tu verdadero valor, ¿Por qué luchas contra todo lo que parece amenazarte? tu mayor enemigo eres tú mismo: te atacas en los demás, te niegas tu valía en ellos, tienes miedo de ti mismo al temer a los que son como tú.

Puedes curar el mundo y para ello no se te pide que sacrifiques nada, tu decisión por la paz solo te puede traer bendiciones, sin embargo debes renunciar al ataque, tu verdad no necesita defensa, tu espíritu es inofensivo e invulnerable, sólo puedes reconocerlo cuando te niegues a creer que lo que a ti te falta otro lo posee, que estás en este mundo para convertirte en alguien diferente a lo que ya eres o para competir por lo que ya tienes.

La curación del mundo está en tus manos, no eres un ser insignificante cuyos actos, palabras y pensamientos no tienen poder alguno para cambiarlo, no puedes actuar, pensar o hablar en vano, si eliges el ataque te unes a la enfermedad, si eliges el amor te convertirás en el remedio que salve al mundo de su locura.

Diana Rodriguez Angulo

21/4/10

DISCIPLINA

Una cosa es intentar disciplinar a los demás y otra muy distinta es hacerlo contigo mismo, y no me refiero a la disciplina necesaria para madrugar a trabajar o a la fuerza de voluntad que usas para hacer una dieta o emprender una rutina de ejercicios.

Me refiero a la necesidad de una disciplina constante aplicada a cambiar de mentalidad, la atención permanente que deberías prestar a cada uno de los pensamientos que tienes, a cada palabra que pronuncies y a cada acción que emprendas, tomando en cuenta sus consecuencias en el logro de tu principal objetivo: ser feliz y alcanzar un estado de paz inalterable.

La consecución de este objetivo depende de ti mismo, de tu capacidad para mantener un estado de auto observación, el primer paso es darte cuenta de cómo la mente manipula tu percepción y te hace ver lo que ella desea que veas y no lo que es, debes disciplinar tu mente parlanchina para impedirle que siga hostigándote con tantas insensateces.

Le permites que vague sin rumbo por el mundo de los deseos y los recuerdos, la dejas al mando de tus emociones y reacciones, escuchas su voz incesante que te atormenta reclamando que cumplas sus caprichos, que aceptes sus dudas y resentimientos.

Notaras que al hablar de tu mente lo hago refiriéndome a algo que parece que no eres realmente tu y así es, tu eres tu mente pero también eres su testigo, el observador consciente que puede cuestionar sus pensamientos y modificarlos, lo que sucede es que renuncias a tu poder y lo dejas en sus manos, le permites que maneje tu vida, escuchas todo el tiempo su cotorreo y te lo crees, no te detienes un momento a oírlo realmente para darte cuenta de cuan insensatas son sus ideas y cuan lejanas están de tu verdad.

He aquí un hábito realmente positivo que deberías disciplinarte para adoptar: la atención permanente al monologo que se desarrolla en tu mente, si tan solo te dieras cuenta de las consecuencias de tu descuido, hay ciertos pensamientos que se convierten en emociones y se apoderan de ti, se manifiestan en tu cuerpo sin que lo notes, porque tampoco habitas en él, entonces no las observas, ni te haces consciente de ellas, se van deslizando astutamente y cuando te das cuenta te sientes deprimido, angustiado, enojado o ansioso.

Todos esos pensamientos y emociones sin control logran hacer de tu vida un caos, comprométete a escuchar con atención el monologo de tu mente cada vez que te acuerdes, acostúmbrate a enfrentar las emociones con valor, ponle cuidado a cada una de las palabras que pronuncies, ejerce total disciplina sobre tus reacciones, no eres una ameba que reacciona a estímulos, eres un ser consciente, inteligente, con capacidad de discernir y darte cuenta de que el único perceptor en tu vida eres tu mismo y que ves el mundo a través de esa percepción, disciplínate para que ella te muestre en todo momento el mundo que quieres ver, para que procese lo que percibe correctamente, tu eres el jefe, la mente está a tu servicio y no al contrario, haz que tus pensamientos se pongan a favor de tu felicidad y no que la saboteen.

Diana Rodriguez Angulo

16/4/10

ELEGIR

La vida entera es una elección, a cada instante eliges lo que quieres ser y te dedicas a experimentarlo, lo único sobre lo cual tienes elección es sobre ti mismo, lo externo sucede simplemente porque así tiene que ser, solo tu elección conciente, ante cualquier evento o circunstancia, cambiará tu manera de vivir.

Todo lo que has sido y ahora eres, todo tu sufrimiento, todo concepto que tengas de ti mismo y de los demás, toda consecuencia, ha sido producto de tu elección, eres dueño de tus decisiones y esclavo de sus consecuencias, por lo tanto tienes en tus manos la causa de todo lo que te sucede, los efectos y la forma como los asumes son el resultado de ellas, eres tu quien elige.

¡No puedes cambiar lo externo! Pero si puedes elegir la forma de experimentarlo, solo esa elección podrá sentar las bases para que lo externo fluya a tu favor, la razón es simple: cuando asumes una actitud de aceptación ante la vida reconoces su perfección, nada de lo que en ella sucede tiene como objetivo hacerte sufrir o quitarte nada, por el contrario, cada cosa que sucede es parte de un plan orquestado para tu felicidad, tu elección rechaza o recibe lo que la vida quiere brindarte, lo rechazas cuando te resistes, lo recibes cuando aceptas que todo tiene su momento, que cada paso es una preparación para el siguiente, que hay cosas que debes experimentar antes que otras; la vida lo sabe y te procura la experiencia, si tu elección es una actitud abierta y receptiva todo sucederá como debe ser y traerá no solo tu propia felicidad sino la de todos los que viven contigo.

Si estuvieras solo, viviendo como ser único en la tierra, cada deseo de tu parte sería concedido antes de que lo pensarás siquiera, pero como millones de seres comparten contigo este espacio, debe existir una inteligencia universal que armonice cada suceso para lograr que beneficie a muchos con sus efectos, por eso es que muchas veces las cosas no son como tu deseas, simplemente porque son como deben ser, en armonía para todos.

Elige pues, si lo deseas, sumergirte plenamente en la perfecta corriente de la vida, dejarte llevar por su caudal sin patalear ni rebelarte, si te resistes sentirás que te ahogas, pero si te sueltas la corriente te sacará a flote y fluirás con ella en paz.

Es tu elección, pero ten en cuenta que con ella elegirás también el mundo en el cual vas a vivir, pues él será el reflejo de lo que hay en tu interior, es una contradicción pero es real, lo que elijas para ti será lo que recibas del mundo, tu percepción determina en gran medida lo que el mundo es, así que también tienes el poder de elegir un mundo mejor para vivir.


Diana Rodriguez Angulo

15/4/10

DESTINO

Acá hay dos aspectos a tratar: la libre voluntad y la misión de vida, por eso debo hablar también de la elección y de la conexión con el ser superior, puedes crear el destino cuando entiendas que hay un canal de comunicación con lo que eres, con lo que viniste a hacer, con tu misión, con un plan que tú mismo elegiste y olvidaste, escuchar esa voz que te dice las razones por las cuales estás acá es una forma de acelerar el proceso y aprender de una forma distinta al sufrimiento.

Pero no es fácil, no sabes quién eres, ignoras tu poder, reniegas de tu voluntad, la entregas al mundo y renuncias a tu propia elección y eso es lo que causa tanto dolor en el mundo, tienes libre voluntad para elegir como reaccionar ante las circunstancias de la vida, ante el dolor, la soledad, la enfermedad, la pobreza, la violencia, pero te dejas llevar por lo que se supone que debes hacer, no te detienes a considerar si puede haber otra opción, si hay una salida más creativa, si no estarás con tu actitud perpetuando las cosas que causan tanto dolor, oscuridad y sufrimiento a la humanidad, esto si sería un cambio en el destino, no solo individual sino global: tomar conciencia del poder de tu voluntad y de tu elección para efectuar cambios en tu vida y beneficiar con ellos a toda la humanidad.

De nuevo hablo de elección, porque aunque no puedas controlar tus circunstancias si puedes elegir la manera de reaccionar y de actuar.

Hay experiencias de vida que son inalterables, que deben suceder, que encierran lecciones fundamentales, algo así como el temario de materias a cursar, esas experiencias te brindan la oportunidad de elegir si aprendes o no lo que se te está mostrando; es decir, que existen situaciones puntuales en tu vida que deben suceder, que están pre ordenadas, pero hay muchas otras que son simplemente las consecuencias de tu reacción ante ellas y de tu insistencia en evadir la enseñanza que te ofrecen.

Por eso es que muchas veces, a pesar de lo que hagas para escapar de ciertas experiencias, no puedes hacerlo, esas son las fundamentales, si ves una situación que se repite insistentemente en tu vida, ahí es cuando debes ejercer tu libre voluntad para afrontarla, tú decides si te concentras en descubrir lo que quiere enseñarte o lo ignoras y dejas que se siga repitiendo un patrón que cada vez se hará más exigente, conocer esto te ayudara a evitar mucho sufrimiento, entenderás que hay experiencias inevitables que sólo cambiarán cuando encuentres la manera de asumirlas y crecer con ellas, la estrategia más eficaz para cambiar tu destino es superar con éxito las lecciones que enseñan esas circunstancias ineludibles.

Diana Rodriguez Angulo

14/4/10

CREATIVIDAD

Pensar sin ataduras, conectado plenamente con tus emociones que crean pensamientos que a su vez crean realidades

Uno de los requisitos para ser creativos es la capacidad de pensar libremente, ¿qué significa esto?

Pensar liberado del pasado y sus condicionamientos, ser capaz de ver las cosas como si fueran nuevas y desconocidas, aplicar conceptos novedosos a todo lo que ves, crear no es recrear lo conocido sino implementar lo nuevo, es un atributo maravilloso de la mente humana que es capaz de pensar abiertamente.

Prueba a cambiar la manera conocida de hacerlo todo, deja de reaccionar, busca ante cada circunstancia en tu almacén de creatividad y actúa diferente, pregúntate de qué otra manera puedes hacer algo o solucionar algún reto, de esa actitud inquisitiva surgen tesoros maravillosos que pueden cambiar tu vida en un instante.

Pide ayuda y guía, hay tanto de eso disponible para ti con solo buscarlo, ese don magnifico llamado inspiración es el resultado de conectarte con la fuente de todo pensamiento creativo, está dentro de ti, se accede a ella al apartarte de lo externo y penetrar en la profundidad de tu ser en busca de nuevas ideas, dejar atrás el temor a equivocarte, seguir la voz de tu ser que sabe cómo y te lo dice todo el tiempo, el miedo a cambiar lo conocido son las manos que se posan sobre tus oídos y te impiden escuchar sus consejos.

Sé valiente, ¿Cuántas ideas magnificas has desechado por miedo? ¿Cuántas soluciones has ignorado por parecerte poco convencionales? Todos tenemos la capacidad de producir pensamientos nuevos, la creatividad no radica en ello, los que son considerados creativos son los valientes que escuchan a su guía interno y siguen instrucciones que en principio pueden parecer descabelladas y fuera de la realidad.

Una idea creativa es la semilla de un nuevo logro, como la semilla, trae todo en ella para convertirse en planta y dar fruto, pero hay que sembrarla, regarla y cuidarla para que lo haga, no esperes recibir un manual completo de instrucciones, la inspiración puede llegar en una imagen, ser estimulada por una frase o un sueño revelador, a veces es tan solo un relámpago fugaz que ilumina tu conciencia, un impulso a actuar de alguna manera, ir a alguna parte o decir algo especifico.

La creatividad es el lenguaje del espíritu, su manera de guiarte para enfrentar los desafíos de la existencia y llevarte a descubrir lo que realmente deseas en función de ti mismo y no de las exigencias del mundo, el pensamiento creativo es el que compartes con el todo y te permite cocrear con él, te lleva a descubrir más y más poder en ti para deshacerte de lo viejo y abrirte a nuevas experiencias y logros en tu camino.

Es la manera de recordarte tu capacidad de construir una nueva realidad con tu imaginación y mediante el poder de tu intención activar fuerzas invisibles que la lleven a buen termino, cada idea creativa es una respuesta a tus oraciones, un amoroso regalo de la mente universal a la tuya y un recordatorio del privilegio que tienes de pensar de nuevo (crear) tu vida a cada instante.

Diana Rodriguez Angulo

12/4/10

AUTOESTIMA

En estos tiempos se habla mucho de la autoestima, la necesidad de todo ser humano por descubrir su propio valor y afianzarse en él para vivir seguro de su capacidad y fortaleza.

Se fomenta la búsqueda de valores propios en procura de reafirmar tu auto imagen y ponerle cimientos a la confianza en ti mismo, ¿Dónde buscas? Afuera de ti, en el cuerpo y la apariencia, en los bienes materiales, en la posición social, en los logros laborales o profesionales, en las capacidades, dones y talentos, buscas en la envoltura sin destapar el regalo.

Bajo ese empaque de cosas y apariencias se encuentra tu verdadero valor, un valor que no discrimina ni compite porque es común a todos, ciertamente en un mundo donde todo se compara y se mide hay posesiones, logros y circunstancias que nos hacen creer que al comparar salimos ganando o perdiendo en la competencia, si hay mayoría de puntos a favor la autoestima se engrandece, si hay mayoría de puntos en contra nos sentimos inferiores y reflejamos esto en un circulo vicioso de auto critica y subvaloración.

Si perdieras ahora todo lo que posees, si el mundo te retirara sus cimientos y te dejara sin piso, si te quedaras solo, aislado y sin ninguna referencia externa, ¿Dónde buscarías tu valor? Ya no podrías depender de la opinión ajena, de los halagos o de las comparaciones, entonces ¿En qué basarías tu autoestima? Ya no tendrías cosas que adornen tu cuerpo, resalten tu importancia y pregonen tu éxito ¿Qué queda de ti?

En lo que queda cuando el mundo desaparece es donde debes buscar, allí tu valor es permanente, no depende de nada ni de nadie, no se pierde con un revés de la suerte, ni tiene nada que ver con logros, triunfos, o posesiones, en esa aparente vacuidad residen los valores verdaderos, eternos e inalterables, los tesoros que nadie puede robarte, la verdadera grandeza, el poder real sin adornos ni referencias, lo que queda de ti cuando ya no hay cuerpo ni mundo para exhibirlo.

Lo que ves en los demás es lo que te juzga a ti mismo, si basas tu valor y el de los demás en lo efímero tu autoestima será un concepto variable moviéndose al vaivén de las circunstancias, un péndulo oscilando entre el punto más alto y el más bajo, inconstante y dependiente de tu percepción.

Por el contrario si aprendes a valorar lo valioso que hay en todos y cada uno, si ves en cada ser humano la mejor expresión de ti mismo, si buscas tu autoestima donde está realmente, ella será constante y reconocerá no solo tu propio valor sino el de todos los demás.

Diana Rodriguez Angulo

9/4/10

INTREPIDEZ

La intrepidez es una actitud carente de miedo, el miedo surge de la expectativa por el resultado, esa expectativa te paraliza por medio de la preocupación y le resta efectividad a cualquier acción.

Así que despréndete de un resultado especifico en cualquier cosa que hagas, simplemente hazla y aíslate de lo que se pueda derivar de ella, eso ya no depende de ti, esta actitud le da fluidez a tu actividad ya que se realiza sin ansiedad, dejas de afanarte porque la respuesta sea positiva o negativa, si es un si es porque así debía ser, si es un no igual, si algo logras será bueno y apropiado porque no está predeterminado, planeado o presupuestado como algo especifico.

Emprenderás todo tipo de acción de manera libre y autentica, porque surge de tu inspiración en un momento determinado y simplemente la haces, tal como llego a tu mente se hizo realidad mediante tu acción y así ese pensamiento inspirado se convierte de inmediato en una acción efectiva, y siempre será efectiva porque o bien producirá algún resultado o dejará de distraerte con su insistente llamado.

La intrepidez puede parecer que surge de un impulso repentino donde no te das tiempo de pensar antes de actuar, pero no es así, sabes que el impulso está ahí por alguna razón pero no dejas que tus pensamientos de temor te impidan hacer lo que tu intuición te está dictando, un destello de inspiración puede darte la clave para resolver un asunto, abrir una puerta importante en tu vida, establecer una relación beneficiosa o evitar un tropiezo, si intentas racionalizarlo se perderá en tus dudas y terminará archivado en los asuntos pendientes de tu agenda.

Si sientes el impulso repentino de hacer una llamada, hazla, y hazla sin miedo, con total espontaneidad, ¿Qué puede pasar? Seguramente nada negativo, pero si dejas que los argumentos de tu mente se interpongan comenzaras a aplazar el impulso y varias cosas pueden suceder: que no hagas lo que debes hacer en el momento preciso o que el impulso desaparezca, y tal vez con él una preciosa oportunidad.

Si se trata de una relación este tipo de impulsos suelen ser mucho más acertados ya que la intuición está estrechamente relacionada con tus emociones, así que usa con mayor frecuencia la intuición que la razón en todas tus relaciones, se intrépido sobre todo a la hora de acercarte a alguien para establecer un contacto personal, si actúas con temor o timidez estarás opacando lo que eres realmente, te mostraras inseguro y no te veras autentico, así que aplica el mismo principio: desapégate del resultado, cualquier barrera que exista tu calidez la desarmará, aunque la mayor parte de las veces esa barrera es el miedo que le tenemos a los demás, al rechazo, a la frialdad, a una negativa en el motivo que nos impulsa a acercarnos a alguien.

La intrepidez es naturalidad, fluidez, entusiasmo, espontaneidad y flexibilidad en tus actos y palabras cuando surgen de tu intuición sin perseguir un resultado especifico, sin temor a equivocarse y con una profunda convicción de ser lo adecuado para ese momento o situación en particular.

Diana Rodriguez Angulo