La gratitud es la clave de la abundancia, es un estado de gracia y de dicha, cuando agradeces todo aquello que llega a ti, abres la puerta para más y más bendiciones en tu vida, te alineas con el amor y mantienes abierta la llave que conecta a la fuente eterna e ilimitada de Dios.
Cuando estás agradecido, vibras en una frecuencia muy alta, expresas gozo y satisfacción por lo que tienes y eres y entras en un estado receptivo, la gratitud es la forma más perfecta de oración, de comunión con tu Creador que es tu fuente ilimitada de bendiciones, paz, salud, vida y provisión.
Una manera de darte cuenta de lo mucho que tienes para agradecer es permanecer consciente, atento a lo que te rodea, a la infinidad de bendiciones que recibes a diario y que te olvidas de apreciar y disfrutar, agradece cada mañana por seguir vivo y lleno de salud, fuerza, vitalidad y entusiasmo.
Agradece el canto de los pájaros, aprécialo y escúchalo, fue dispuesto para tu placer, agradece por el aire, el sol de la mañana, la lluvia, la luna y las estrellas, por las oportunidades de crearte a ti mismo cada día, por la música, los colores, el arte, la sonrisa, por el llanto y la risa, por cada lagrima, por tener la capacidad de sentir y expresar lo que sientes, por la diversidad de sabores, olores, formas y colores que existen en la naturaleza para que tu, sin pagar por ello, los disfrutes.
Agradece por tu familia material y espiritual, por los amigos, por todas y cada una de las personas que se cruzan contigo cada día, agradece su presencia irradiando paz, regalando sonrisas, evitando el conflicto, aceptándolas como son y dando de ti lo mejor.
Agradece los placeres gratuitos que se te regalan cada día apreciándolos, no los ignores, no camines ciego y sordo a la belleza que te rodea, a la multitud de estímulos que se ofrecen a tus sentidos, no te olvides de usar el privilegio de tener un cuerpo que siente y vibra con todo lo que contiene la naturaleza y el mundo.
Agradece la vida viviéndola plenamente, y vivir también incluye una cierta cantidad de eventos y circunstancias que a primera vista juzgas como desagradables, agradece también por ellos, forman parte de tu ruta, son los obstáculos que necesitas para enderezar el rumbo y alinearte con tu plan de vida, tarde o temprano lograrás comprender que esa gratitud también era justa y necesaria.
Agradece tus dones usándolos, tus talentos expresándolos y el amor amando, regálate la dicha de estar agradecido porque es la mayor expresión de gozo por ser lo que eres y por estar donde estás, ese es tu lugar, cada instante que has vivido te ha traído a este momento, ha hecho de ti lo que eres, tu fortaleza, crecimiento y habilidades son el resultado de tus experiencias, así que cada instante es una oportunidad única para dar las gracias por la maravillosa bendición de estar vivo.
Esa gratitud no se expresa con palabras, es una actitud, un estado permanente de gozo, de alegría y armonía, es vivir plenamente, sin desperdiciar el momento presente por quedarte anclado en el pasado o corriendo sin pausa detrás del futuro.
La mejor forma de agradecer a Dios por su amor y por su especial cuidado de tu vida es que seas plenamente feliz y tengas la capacidad de disfrutar de cada momento con todo lo que tiene para ti como regalo, porque esa es Su Voluntad para ti y unirte a ella es verdadero agradecimiento.
Cuando estás agradecido, vibras en una frecuencia muy alta, expresas gozo y satisfacción por lo que tienes y eres y entras en un estado receptivo, la gratitud es la forma más perfecta de oración, de comunión con tu Creador que es tu fuente ilimitada de bendiciones, paz, salud, vida y provisión.
Una manera de darte cuenta de lo mucho que tienes para agradecer es permanecer consciente, atento a lo que te rodea, a la infinidad de bendiciones que recibes a diario y que te olvidas de apreciar y disfrutar, agradece cada mañana por seguir vivo y lleno de salud, fuerza, vitalidad y entusiasmo.
Agradece el canto de los pájaros, aprécialo y escúchalo, fue dispuesto para tu placer, agradece por el aire, el sol de la mañana, la lluvia, la luna y las estrellas, por las oportunidades de crearte a ti mismo cada día, por la música, los colores, el arte, la sonrisa, por el llanto y la risa, por cada lagrima, por tener la capacidad de sentir y expresar lo que sientes, por la diversidad de sabores, olores, formas y colores que existen en la naturaleza para que tu, sin pagar por ello, los disfrutes.
Agradece por tu familia material y espiritual, por los amigos, por todas y cada una de las personas que se cruzan contigo cada día, agradece su presencia irradiando paz, regalando sonrisas, evitando el conflicto, aceptándolas como son y dando de ti lo mejor.
Agradece los placeres gratuitos que se te regalan cada día apreciándolos, no los ignores, no camines ciego y sordo a la belleza que te rodea, a la multitud de estímulos que se ofrecen a tus sentidos, no te olvides de usar el privilegio de tener un cuerpo que siente y vibra con todo lo que contiene la naturaleza y el mundo.
Agradece la vida viviéndola plenamente, y vivir también incluye una cierta cantidad de eventos y circunstancias que a primera vista juzgas como desagradables, agradece también por ellos, forman parte de tu ruta, son los obstáculos que necesitas para enderezar el rumbo y alinearte con tu plan de vida, tarde o temprano lograrás comprender que esa gratitud también era justa y necesaria.
Agradece tus dones usándolos, tus talentos expresándolos y el amor amando, regálate la dicha de estar agradecido porque es la mayor expresión de gozo por ser lo que eres y por estar donde estás, ese es tu lugar, cada instante que has vivido te ha traído a este momento, ha hecho de ti lo que eres, tu fortaleza, crecimiento y habilidades son el resultado de tus experiencias, así que cada instante es una oportunidad única para dar las gracias por la maravillosa bendición de estar vivo.
Esa gratitud no se expresa con palabras, es una actitud, un estado permanente de gozo, de alegría y armonía, es vivir plenamente, sin desperdiciar el momento presente por quedarte anclado en el pasado o corriendo sin pausa detrás del futuro.
La mejor forma de agradecer a Dios por su amor y por su especial cuidado de tu vida es que seas plenamente feliz y tengas la capacidad de disfrutar de cada momento con todo lo que tiene para ti como regalo, porque esa es Su Voluntad para ti y unirte a ella es verdadero agradecimiento.