30/7/09

APRENDIZAJE

Acepta cada momento con total gratitud, estás aprendiendo… a no quejarte, a no juzgar, a no temer, a perdonar lo que crees son ofensas y a verlas como lecciones de vida que debes agradecer porque te han ayudado a crecer, a ser mejor.
Disfruta cada momento, agradeciendo tener la fuerza, la habilidad y la disposición para hacerlo con amor, vives en un mundo que desprecia la sencillez de lo cotidiano, tienes la oportunidad de compartir unos momentos sagrados con la armonía de la naturaleza, de escuchar a los que te necesitan, busca tiempo para enriquecer tu espíritu y tu mente, para crear e idear nuevas cosas, para tu familia y para hacer lo que tienes que hacer sin afán, sin estrés, sin forzar las cosas y sin luchar.
Libérate de la presión del deseo y aprende de ti en otro entorno, más relajado, más despreocupado, vive situaciones diferentes para saber como actuarías en ellas, regálate la oportunidad de compartir tus dones y de ser como tú quieres ser, crea una nueva experiencia en la cual no tengas que limitar tus impulsos a tus recursos, aprende a administrar tus frutos con sabiduría, aún te faltan muchas cosas por vivir que pueden apoyarte en tu aprendizaje y ayudarte mucho en tu crecimiento.
Hoy mismo puedes tener acceso a ellas, cultiva tu espíritu con actos, pensamientos y palabras constructivos, aprende de la adversidad tanto como de la prosperidad, renuncia a la queja y bendice cada momento sin juzgarlo, abre tu corazón y tu mente al mensaje que cada instante trae para ti, recorre tu pasado sin rencores ni remordimientos, lleno de gratitud porque lo que en él viviste es lo que ha hecho de ti lo que ahora eres, observa a los demás como a un espejo que te refleja y si algo no te gusta búscalo en ti y trata de mejorarlo.
Observa tu entorno, él refleja lo que hay dentro de ti, cambia tu interior, modifica tu percepción y aprenderás a poner a las situaciones y a las personas a tu favor, agradece cada momento en el que tengas la oportunidad de aprender algo y crecer con ello, así estarás convirtiendo tu vida en una maravillosa herramienta de evolución y aprendizaje.

CONFUSIÓN


La vida es un viaje, puedes decidir viajar en primera clase, muy cómodo y tranquilo, también puedes abandonar esta opción y subirte en una bicicleta estática a pedalear sin pausa en el mismo sitio sin avanzar, hay un telón al frente que representa tus planes, deseos y anhelos, otro atrás de ti te muestra tu pasado, lleno de recuerdos felices y también de frustraciones y fracasos, pedaleas convencido de que si te detienes en tu esfuerzo la bicicleta perderá el equilibrio y caerás sin remedio, se te olvida que está sostenida firme sobre el piso, no disfrutas del ejercicio, es tan solo una forma de vida, miras el telón frente a tus ojos y sigues pedaleando para alcanzarlo, se ve tan cerca, tan posible y deseable que no te importa el cansancio.
Si supieras quien eres, que puedes abandonar la bicicleta y darte un paseo por el mundo, abrir los ojos a su belleza y entrar en el espacio de la alegría y el descanso, que puedes subirte en el vagón de los privilegiados, tomar tu asiento de primera clase y viajar seguro a tu destino.
El principal obstáculo para hacerlo, es que no sabes cual es ese destino y no tienes ni idea como alcanzarlo, la razón es que no hay uno, la vida no te lleva a ninguna parte, es simplemente el viaje y no la meta, ¡qué grave confusión!, vas corriendo sin pausa hacía algún lugar inexistente en el tiempo, ignorante por completo de tu condición privilegiada, te subes en cualquier vehiculo que prometa llevarte a tu destino sin importar si es incomodo, si no tiene ventanas que te permitan ver lo que te rodea, si vas compitiendo con tus compañeros de viaje por un lugar para sentarte y descansar en la seguridad de lo que has conseguido.
No tienes idea de lo que eres, has confundido lo tangible con lo intangible, lo temporal con lo eterno, el cuerpo con el espíritu inmortal que habita en ti, esta grave confusión te mantiene alejado de la alegría, la paz y la libertad, si tan solo cuenta el viaje, ¿por qué eliges viajar en el vagón de carga?
El boleto de primera clase es tu propia actitud ante la vida, la alegría, la aceptación y la gratitud por cada una de tus experiencias, ellas conforman la llave que te franquea la entrada, no hay mejor condición para un viaje gratificante, no tienes que ser nada, ya lo eres; no tienes que conseguir nada, ya lo tienes; no tienes que hacer nada, la vida lo hace por ti.
La vida es como un crucero, la diversión acaba cuando se llega al puerto, el viaje en si ofrece infinidad de alternativas para disfrutarlo, es un todo incluido que abordaste al nacer, puedes disfrutar los privilegios que te brinda si reconoces que eres un viajero de primera clase o puedes sentirte un polizón y mantenerte en la oscuridad creyéndote sin derecho a estar en él.
No te confundas, tienes derecho a una vida plena y abundante, alégrate por estar en este barco y disfruta el itinerario, todos vamos al mismo lugar, de regreso a casa, viaja cómodo y seguro en la certeza de que todos tus gastos ya han sido cancelados, todo lo que hay en el barco es para que lo disfrutes en tu condición de viajero, no tienes que remar ni arriar las velas, la tripulación se encarga y esa tripulación es nada más ni nada menos que el Universo entero a tu servicio.

CREENCIA


Todos los pensamientos implantados en tu mente y todos los paradigmas que has venido acumulando a través de tu experiencia vital, esas son las creencias en las cuales has depositado tu fe.
Esos conceptos que aceptas sin ponerlos en duda y sin cuestionar su lógica, simplemente los has recibido y acogido como propios, sin detenerte a analizar su contenido y ver si encierran verdades que puedes aceptar o mentiras que se te han impuesto.
Convenciones sociales, modelos de conducta, parámetros morales, enseñanzas religiosas, prejuicios y normas por los cuales riges tu vida y tu actuar, que no provienen de ti, pensamientos ajenos que has asumido como propios y acatas sin poner en duda su legitimidad.
Cuando comienzas a explorar dentro de ti, es cuando te das cuenta de cuantas cosas absurdas has permitido que controlen tu pensamiento y tu actuación, cuando entras en contacto con la verdad que yace en ti empiezas a cuestionarlo todo, no es una actitud rebelde ni crítica, sino más bien un proceso de limpieza, pones en orden tu mente, ves todo desde una óptica diferente, dejas poco a poco de calificarlo basado en esas creencias, simplemente porque dejas de aceptarlas como tuyas y reconoces que vienen de afuera, que no resuenan contigo y que son simplemente mentiras que aceptaste en un estado de conciencia diferente y que ya no necesitas para regir tu existencia.
Descubres a través de la experiencia de ti mismo, cuan descabelladas son algunas de ellas, otras tal vez sean aceptadas o depuradas hasta llegar a su esencia verdadera, son tantas y cobijan tantos aspectos que la labor a emprender es ciertamente dispendiosa, creencias que te dicen como debería actuar un hombre o una mujer, que te imponen una imagen errada de Dios, que te atan al pecado y a la culpa, que te indican como tratar a los demás, creencias que anulan el valor, la bondad, la belleza y la sabiduría, que separan y dividen lo que no puede ser dividido.
La fe es una sola y puedes depositarla en lo que quieras, no careces de fe lo que sucede es que la pones en lo que no es real, ocultas la verdad detrás de tantas mentiras aceptadas y asumidas, que terminas olvidándola.
Cualquier creencia que te ate al sufrimiento, limite tu libertad, robe tu autonomía o te haga sentir pequeño, desvalido y necesitado; que te hable de penas, sacrificios y castigos, te pida renunciar a algo o te haga sentir temor; que te obligue a discriminar, juzgar, condenar o castigar a los demás, que fomente en ti la necesidad de luchar, competir, sufrir y padecer, es una mentira que tu has creído.
Deposita tu fe en la verdad que surge de tu interior y que no tiene opuestos, una verdad que te habla de amor, dicha y paz, que no te pide nada, que te habla del maravilloso ser que Eres y te inunda con la certeza del Amor Divino que solo anhela tu felicidad, una verdad que cuando la escuchas no puede ser cuestionada porque surge de una fuente fidedigna que solo te ofrece plenitud, que no te separa de Dios ni de tus hermanos y reconoce tu derecho a ser libre y feliz.

DEUDA

La deuda es la marca de un mundo donde nada es gratis, desde que naces estás endeudado, debes pagar por pecados ajenos o de vidas anteriores que no recuerdas: pecados originales, culpas generacionales y karmas.
Y desde entonces comienza a crecer tu saldo en rojo, ya le debes a tu madre la vida y a tu padre lo que a él le corresponde, luego la deuda aumenta con los sacrificios hechos para mantenerte y educarte, sigue sumando…
¿Es una deuda? Pues así parece y como debemos tanto, desde tan corta edad, pues necesitamos también cobrar lo que damos para así reducir el saldo negativo.
Todo es un intercambio, el dar cualquier sentimiento, gesto, favor o cosa genera de inmediato una cuenta de cobro, te doy amor, me debes fidelidad; te doy confianza, me debes lealtad; me has ofendido, debes pagar por mi dolor; siempre estás en deuda con alguien y alguien está en deuda contigo.
Y lo que es peor, también con Dios, creemos que El lleva un libro en el cual registra en una columna las buenas acciones y en otra las malas, nos paga por unas y nos cobra por las otras y nos parece que el saldo siempre está en rojo, ¡hasta con Dios estamos endeudados!
Y es el más estricto acreedor, anota una a una nuestras faltas, sin omitir ninguna, las bendiciones que recibimos son el pago por nuestros aciertos y debemos sufrir para pagar por nuestros “pecados”, por supuesto hay deudas impagables en este mundo, las pagaremos después de morir, en el infierno o en el purgatorio, porque dios es misericordioso, nos hace una rebaja en la deuda y en lugar de condenarnos eternamente nos hace padecer un tiempo hasta que su sed de venganza quede satisfecha.
¿Suena absurdo? ¡Lo es! y sin embargo es lo que crees, lo que te han enseñado y has asumido como cierto: el temor a Dios, el círculo vicioso de ofensa y castigo, el constante intercambio de favores por deudas, el miedo a dar y a recibir, la eterna condena por tus errores tan humanos.
Ese es el mundo que aceptamos como civilizado y el dios al cual tememos; todo en este mundo está regido por esta ley: “pecado” por castigo y favor por deuda, esto nos mantiene atados al miedo y a la idea de que le debemos algo al mundo y que él a su vez nos debe algo.
Todo lo que emprendes, lo que haces y lo que das está sujeto a una contabilidad tratando de que la balanza del sacrificio, del amor, del dolor o de la alegría, no se incline a tu favor o en tu contra, que lo que des no sea más de lo que recibes, y lo más curioso, es que también funciona al contrario: que lo que recibes no sea más de lo que das, para no quedar en deuda con nadie.
Rompe el esquema, comienza a dar y no cobres por ello, recibe lo que con tanto amor se te ofrece y págalo con una actitud alegre, no hagas nada obligación sino porque te nace, perdona tus deudas pues eres tu peor acreedor y no caigas en la tentación de concebir un dios vengativo y cruel, así te librarás del mal que crees merecer y tu deuda quedará saldada para siempre.

EDUCAR


La educación, tal como la concebimos, se reduce a transferir conocimiento, códigos, normas, métodos y doctrina, de unos a otros.
Toda obra en sus inicios requiere de cimientos que le den estructura, del mismo modo, el ser humano desde su concepción va formando las bases de si mismo; a través de los procesos de gestación, nacimiento y desarrollo es que estos cimientos se fortalecen o se debilitan.
Nacemos llenos de coraje, imaginación y osadía, ceñidos a principios naturales al igual que toda especie viviente, si pudiéramos conservar intacta esa mentalidad y si nadie nos dijera hasta donde se supone que podemos llegar, desarrollaríamos nuestro potencial de una forma inimaginable, sin embargo, desde que nacemos comienza la transferencia de conocimientos, limites y creencias que nos niegan la posibilidad de seguir un curso natural de crecimiento a todo nivel.
La educación ideal debería basarse en la experiencia y no en la transferencia, el niño solo puede aprender a ser conciente de su cuerpo, de su mente y de su espíritu por medio de la comprobación, educar realmente es promover en él una actitud positiva y responsable consigo mismo y con los demás, fomentar una mentalidad discerniente y selectiva, hacerle ver sus errores como experiencias y no etiquetarlo por ellos, enseñarle a manifestar sus emociones naturalmente sin reprimirlas y sin sentirse culpable por ellas, dejarlo experimentar las consecuencias de sus pensamientos, palabras y acciones para que pueda construir por si mismo los conceptos de lo que es correcto o inapropiado para su vida, demostrarle que el amor de sus padres no depende de lo que él haga o deje de hacer, que es incondicional, seguro y estable.
Educar realmente es permitirle que sea tal como él es, apoyarlo en el desarrollo de sus talentos y habilidades innatas, establecer un plan de estudios personal y único para cada individuo acorde con sus intereses, reducir los limites a normas elementales de convivencia y respeto y ampliar los horizontes de su mente para permitirle descubrir por si mismo todo lo demás: establecer sus propias normas, formar sus propias creencias a partir de la experiencia y no de la doctrina, expresar sus ideas y emociones sin parámetros preestablecidos, dejar que su propio organismo determine los alimentos que mejor le van a su metabolismo, las horas que debe dormir, la actividad necesaria para mantenerse en forma, cada cuerpo tiene su propio lenguaje y sabiduría y sabe mejor que nadie lo que le conviene.
La educación le niega al ser humano la experiencia de si mismo y la sustituye por la experiencia de otros convertida en teoría, normas, leyes, reglamentos, doctrinas, tabúes, códigos morales y demás condiciones para pertenecer a una sociedad a todas luces caótica, ese enfoque educativo es el que mantiene las cosas iguales, el que impide cambios radicales en la estructura de la humanidad, el que castra pensadores, silencia sabios y anula artistas, el que califica de locos a los cuerdos, el que ha desequilibrado el desarrollo integral del ser humano negándole la experiencia plena de su ser, encasillándolo en limites preestablecidos que fomentan lo material y anulan lo esencial.

ESCLAVITUD


¡Eres esclavo de tantas cosas! De la apariencia, de la moda, del qué dirán, del éxito, del prestigio, del dinero, de la sociedad, de la clase social, de las creencias, de los hábitos y vicios, de tus propios paradigmas y prejuicios.
Esclavo de un cuerpo que exige más y más cada día para complacer las exigencias de un mundo que valora lo aparente y se olvida de lo esencial.
La vida se vuelve complicada al existir tantos requisitos para ser aceptado y valorado, en el mundo actual debes ser: bello, joven, rico, exitoso, inteligente y emprendedor; debes tener clase, cultura, dinero y posición; debes rodearte de lujos, usar ropa y accesorios de marca, tener buenas relaciones sociales y profesionales, títulos educativos, una bella pareja, hijos hermosos e inteligentes y salud a toda prueba, debes hablar al menos dos idiomas, haber viajado al exterior, tener poder e influencia, pertenecer a un club…
Cada día se vuelve más complicado pertenecer a la clase de personas que el mundo considera aceptables, hay una clara obsesión por ser más, tener más y parecer mejor que los demás, algunos siguen como ovejas estos preceptos sin detenerse a cuestionar su validez.
Para liberarte de la esclavitud necesitas conocerte, preguntarte honestamente para qué quieres ser y tener todo esto, ¿es realmente tu deseo?, ¿cuántas cosas necesitas en verdad?, ¿vale la pena dedicar la vida entera para complacer a los demás?
Tener todo lo que te ayude a vivir mejor es maravilloso, pero la motivación no debería ser aparentar ni cumplir requisito alguno, busca lo que deseas, lo que te da satisfacción y serás libre.
Libertad es seguir tu propia voz que te dice lo que quieres realmente ser, hacer y tener, aceptar tu apariencia y el paso de los años sin dramas, llenarte de amor por lo que eres; busca tu propio camino y síguelo aunque no se ajuste a los parámetros del éxito, trabaja en lo que amas y deja que el dinero y lo que puedes comprar con él sea una hermosa consecuencia de la paz y la dicha que provienen de ser coherente contigo mismo.
Sigue tus propias normas, toma el control de tu vida y haz lo que consideres correcto y apropiado para tu bienestar, rompe los moldes y esquemas de la sociedad en la que vives y conviértete en un ser libre y autentico que cumple con sus deseos y sigue la voz de su propia realización.
Lo verdaderamente valioso está dentro de ti, no puedes engrandecer lo externo sacrificando tu esencia, el costo de esta elección será tu propia felicidad, nada de lo que hagas o tengas para ser aceptado puede hacerte feliz, nada que provenga de afuera puede comprarte la dicha, es al contrario, si amas lo que eres y lo que haces serás libre y feliz y todo lo demás vendrá por añadidura.

2/7/09

INDEPENDENCIA

Quien es capaz de ser feliz en cualquier circunstancia, quien ha tomado la firme decisión de no permitir que nada externo lo afecte, quien ha optado por la dicha de manera resuelta, ese es un ser verdaderamente independiente.
Permanece centrado en tu decisión, ante cualquier apariencia elige la felicidad, mantén tu paz a toda costa, huye de la ira y del miedo, evita el conflicto, no intentes cambiar lo que ya es, simplemente acéptalo, ve por la vida con la actitud de un valiente que ha decidido simplemente vivir en total independencia de lo externo.
Qué gran libertad puedes experimentar en ese estado independiente cuyo territorio es apenas el espacio contenido dentro de tu propia responsabilidad, pues solo tú eres responsable de mantener la paz y la armonía dentro de él.
Entregar ese privilegio a los demás es lo que te esclaviza, esta independencia no tiene nada que ver con el aislamiento o el egoísmo, debes vivir en una sociedad que se rige por sus propias normas pero nadie exige que esas normas sean las tuyas, independencia no es rebelarse contra lo ya establecido, sino establecerse en un estado personal de dicha y aceptación que no puede ser afectado por nada ni por nadie.
Debes aprender a no reaccionar, a mantenerte centrado en tu propia verdad, en tu elección, no puedes permitir que sean los demás quienes te dicten como actuar, no debes dejarte etiquetar, no debes dejarte presionar por el qué dirán, sabes que vives pendiente de la opinión ajena, te desvela lo que digan de ti, sea bueno o malo, te basas en ello para medir tu valor y eso no debería ser así.
Si tomas conciencia de tu valor intrínseco, si te convences de que eres un ser único, especial, irrepetible, con cualidades y defectos que son tu naturaleza, si no tratas de ocultar tus defectos ni te empeñas en demostrar tus virtudes serás más autentico, serás fiel a ti mismo que es en ultimas lo que importa.







23/6/09

AUTENTICIDAD

¿Eres un ser auténtico? ¿Lo que haces, dices y piensas surge de ti mismo como una expresión de lo que eres?
¿Cuántas mascaras y disfraces usas cada día sin darte cuenta, cuantas frases repites sin saber de dónde proceden, cuantas cosas haces para complacer expectativas ajenas, cuantos de tus deseos surgen de lo que el mundo espera que quieras y no de lo que en verdad anhelas?
Ser auténtico no es ser rebelde o excéntrico, es ser coherente con lo que realmente quieres, la mejor expresión de tu libertad es soltar las cadenas que te atan a la opinión ajena, a las exigencias de una sociedad que espera que tu desees lo mismo que todos desean, persigas las mismas metas y te encasilles en un modelo preestablecido de ser humano.
Ser auténtico es ser capaz de vivir tus sueños desapegado del logro, pregonar tu verdad sin miedo al rechazo, hacer lo que quieres así eso signifique que te cataloguen de desadaptado, iluso, loco o soñador.
La autenticidad es una rara virtud, tan rara como el ejercicio consciente de la libertad, un ser auténtico es capaz de vivir de acuerdo a sus propias reglas, sin traicionarse a si mismo para complacer a los otros, respetando sus ideas sin compartirlas y sin atacarlas, alguien que ha aprendido a no imponer sus ideales sino a vivirlos asumiendo las consecuencias de sus actos.
Un ser auténtico es aquel que se pregunta lo que desea, responde desde su interior y va en busca de ello sin temor, es el que rompe esquemas y modelos de vida, el que no es esclavo de la moda, el protocolo o la etiqueta, el que se ha liberado de la obsesión por el qué dirán, el que no tiene precio.
No necesariamente persigue ideales utópicos o emprende causas perdidas, sus ideales y metas pueden ser muy mundanos, la diferencia está en la fuente de la cual surgen y en la manera de alcanzarlos, tiene su propio estilo, usa sus propios métodos, escucha la suave voz que viene de adentro susurrándole la receta para ser libre y feliz en un mundo de cadenas y luchas.
¿Cuál es la receta? Construye sus sueños a partir de si mismo, sus deseos, como él, son auténticos, surgen de su necesidad de realización, plenitud y manifestación, no están motivados por la competencia, la apariencia, el éxito o las exigencias de la sociedad, hace lo que hace porque desea hacerlo, porque con ello se expresa, se realiza, crece y aprende.
La autenticidad es respetuosa, es una verdad vivida que como toda verdad no necesita defensa, quien es auténtico no impone su criterio ni lo defiende, simplemente lo vive.

11/6/09

APOYO EMOCIONAL

No estamos solos, todos compartimos esta experiencia llamada vida, todos en algún momento sentimos que no podemos más, que nos queda grande el trabajo de seguir adelante, si te encierras en tu dolor y te niegas a pedir ayuda sólo lograrás empeorar la situación, el problema que te aqueja se apoderará de tus pensamientos y terminará enquistado en tu corazón, tener otra visión de lo que te sucede puede ayudarte mucho.
Me quede sorprendida al leer en la página de la revista Selecciones un foro sobre "Apoyo emocional en la red" y ver la catidad de personas que piden ayuda y que se sienten tan solas y desorientadas frente a sus sentimientos y experiencias traumaticas, con este articulo abro mi blog como un escucha atento y si en algo puedo servir lo hare gustosa, muchas veces necesitamos que alguien nos escuche imparcialmente, sin estar involucrado en la situación y nos de algún consejo o una palabra de aliento.
Deja tu comentario y tu correo electronico para poder responderte.

10/6/09

MENTE

Suelo referirme a la mente en tono algo jocoso como a “la loca de la casa” y esta definición no está lejos de la realidad aunque tampoco tiene una connotación del todo negativa.
Una mente fuera de control suele parecerse a esa “loca” que menciono, nunca se calla, constantemente está emitiendo juicios, conceptos, análisis, criticas, conjeturas y predicciones acerca de todo, te has acostumbrado tanto a este personaje que su cotorreo permanente se ha convertido en un sonido de fondo, algo así como la estática de un aparato electrónico que sólo notas que existía cuando lo apagas y percibes el rastro de silencio que inunda el ambiente.
De igual manera, sólo cuando logras apagar la mente conoces el verdadero significado del silencio, y únicamente percibiendo el sonido de fondo y haciéndote consciente de su existencia es que puedes llegar a apagarlo, de otra manera aceptas sin chistar su presencia e influencia en tu vida, atendiendo a sus múltiples mensajes de manera automática sin percatarte de lo mucho que pueden afectarte esos diálogos e imágenes internas que impresionan tu subconsciente y crean tu realidad sin ser observados.
Pero también esa “loca de la casa” es tu aspecto soñador, creativo e ilógico cuando se dedica a fantasear acerca de tus múltiples posibilidades, su locura es una especie de doble personalidad: por una parte construye los sueños y les da forma con bastante detalle y por otra los aterriza y muchas veces los anula llevada por el temor a entusiasmarse con ellos y salir decepcionada.
Desafortunadamente, en el mundo actual la personalidad dominante de la mente es la realista, soñar no está permitido sin bases firmes, le has enseñado a contemplar el presente, lo que es, con una visión estática y permanente, cada sueño va seguido de una serie de análisis de factibilidad que invariablemente llevan a una conclusión negativa: no se puede, imposible.
Cada deseo que la mente soñadora inspira te lleva de inmediato a preguntarte ¿cómo? Y al no obtener una respuesta lógica simplemente lo archivas sin darle una oportunidad a la magia que cada sueño contiene para ser realizado.
Así que mi consejo sería: si no puedes apagar la mente al menos dale una oportunidad a su aspecto idealista y úsala creativamente para forjar diálogos constructivos e imágenes fantásticas de lo que puede ser, del infinito caudal de posibilidades disponibles para ti, intenta mantenerla enfocada en lo que deseas en lugar de usarla para recordar y lamentar lo que no te gusta, úsala para diseñar la persona que quieres ser, el trabajo que quieres hacer, las actividades que te gustaría realizar, las cosas que deseas tener y especialmente conviértela en el espejo que refleje la mejor versión de ti mismo.
Permítele ser una “loca” soñadora, impulsiva, entusiasta, algo ilusa y alejada de la aparente realidad, ocúpala en crear pensamientos consistentes de bienestar, prosperidad, realización y alegría, aliéntala a soñar y alberga esos sueños en tu corazón con un sentimiento de certeza y fe, de entusiasmo y posibilidad.
Ya verás como esas locas fantasías, poco a poco, cobran sentido y forma en tu existencia llevándote a vivir de manera mágica los sueños forjados por la “loca de la casa”

16/5/09

MOMENTOS

¡Cuántos momentos comunes a la vida de todos y tan pocos que merezcan realmente el carácter de extraordinarios! sin embargo son esas experiencias cotidianas las que marcan el carácter, las que implantan en ese universo subterráneo de tu mente temores y creencias que pueden de igual manera arruinarte la vida o convertirla en un paraíso terrenal.
Los sentimientos suscitados ante cada experiencia logran con su fuerza magnificar tus dones o anularlos gracias a esa insondable manera que tiene el subconsciente de percibir cada vivencia, analizarla y depurarla dándole un significado diferente para cada ser, es por esta razón que las mismas experiencias en diferentes seres dejan huellas que anulan, generan una fuerza inexplicable que impulsa al logro de lo imposible ó simplemente pasan desapercibidas sin generar nada diferente a un recuerdo que difícilmente y sin un estimulo extraordinario lograrías rescatar del fondo de la memoria.
Cada instante, cada emoción o pensamiento es un cuadro en la cinta de tu vida, una escena que pasa ante tus ojos, quedarte en uno de ellos es detener la película y perderte la emoción de ver su desenlace, cuando ves un filme no congelas la imagen y te quedas por horas contemplando un solo cuadro, vas viviendo con los personajes la trama y la dejas transcurrir sin involucrarte o sin desear perpetuar una escena, así mismo es la vida.
Momentos tristes y alegres, sublimes o sencillos, da igual, cada uno de ellos es un cuadro en la escena de la vida, experiencias, personas, relaciones e interacciones, triunfos y fracasos, la existencia consiste justamente en pasar por todos y cada uno de esos momentos con la experiencia como única posibilidad de acción.
No puedes detener la cinta, no es posible poner pausa cuando las cosas se complican o cuando el momento es tan feliz que deseas perpetuarlo, la película de la vida sólo se detiene al final, no la puedes pausar, atrasar o adelantar, tendrás que vivir el vértigo de la existencia, afrontar cada momento con lo que tengas en él para hacerlo de la mejor manera.
Lo que puedes hacer es aprender que cada momento es un oportunidad que se te ha dado para dar lo mejor de ti, para probar tu coraje, tu serenidad o fortaleza, para vivirlo con alegría y sin quejarte porque ya está ahí y nada puede cambiar lo que ya es, el momento que vives es una simple consecuencia de tu reacción al anterior, la vida es una cascada de sucesos que se conectan y de la manera como los afrontes dependerá en gran medida la calidad de tu futuro.
Si este momento no te gusta pero lo aceptas sin mayores dramas, lo dejas que pase sin quejarte, amargarte ni resistirte a ello el siguiente momento con toda seguridad será mejor y la secuencia se irá corrigiendo hasta anular lo que intento causarte malestar, pero si por el contrario te quejas, te enojas, te resistes y haces un drama, el momento siguiente reflejará tu negatividad y la secuencia de sucesos se tornará cada vez más negativa.
Recuerda siempre: un momento es un instante efímero de tu existencia, déjalo ir y ya no tendrá poder sobre ti, esta actitud le dará fluidez a tu vida, cuando entiendes que cada momento es un pequeño paso en un largo recorrido en busca de lo mejor de ti, un avance en el camino de tu auto realización, una etapa más de tu crecimiento, lo vivirás agradecido por tener a cada segundo una nueva oportunidad de enmendar tus errores, de aprender nuevas cosas, de mejorarte a ti mismo y a tu entorno, de decidir un nuevo rumbo si el que sigues no te está llevando a donde quieres ir, todo pasa y te queda la experiencia para afinar tu andar, para caminar más firme y decidido en busca de la mejor versión de ti mismo.
Aprovecha cada momento para evaluar tu actuar, tu pensar y tu sentir, toma la oportunidad que la vida te ofrece en cada uno de ellos y no los desperdicies aferrándote a lo que ya pasó o esperando lo que ha de suceder, lo único que cuenta y determina tu destino es lo que hagas en el momento justo que estás viviendo.

22/4/09

VIVIR AHORA

Oímos mucho hoy en día sobre el vivir en el ahora, se le considera una habilidad mística o algo por el estilo, cuando en realidad es una práctica que te aleja de la preocupación, de la presión y del miedo, vivir en el momento presente sin encerrarte en la visión de túnel de las metas por cumplir y los objetivos a obtener, te permite vivir más atento a lo que sucede a tu alrededor y que en realidad son los mensajes sincrónicos que pueden guiar tu vida a nuevas alturas.
Acometer cada día lleno de esperanza pero sin expectativas es una manera de vivir en el ahora, liberarte de las obligaciones impuestas por tu necesidad de generar resultados inmediatos, hacer lo que el día te pide sin ir más allá de ello con la mente, disfrutar y vivir plenamente lo que te traiga, tanto bueno como aparentemente negativo, porque todo forma parte de la existencia, todo desde el punto de vista de una visión elevada tiene un propósito, un propósito que en toda circunstancia, así no lo parezca, es positivo, enriquecedor y una herramienta de evolución y progreso.
Ver la vida desde esta perspectiva te alivia, yo lo creo firmemente, al liberar la actividad diaria de presiones te liberas a ti mismo, la existencia se aligera, la carga se alivia y fluyes libremente con el tiempo sin otra meta que vivir lo que la vida te ofrece, esto no significa que abandones tus objetivos o que te conviertas en un soñador sin piso, todo lo contrario, una intención manifestada con fe y confianza en el orden divino que rige el universo es un mandato, lo que convierte esas metas y objetivos en una camisa de fuerza para tu energía es tu deseo de controlar lo que sucede y de manejar la vida a tu antojo, la vida sólo puede ser manejada cuando se simplifica a tal grado que ya no puedes ver en ella sino lo que tú has concebido, conviertes el milagro de la existencia en un libreto particular que no permite la manifestación de la enorme diversidad que existe afuera de tus limites y eso es justamente lo que haces: te limitas, te encierras en tus creencias y no ves nada más, renuncias al privilegio de gozar y disfrutar lo que la vida te ofrece a cada paso, no tu vida sino la mágica vida que se desenvuelve afuera de tus barreras, la existencia plena de milagros y sorpresas que sólo estarán disponibles para ti si abres los ojos y miras.
He descubierto que sentir la obligación de cumplir con ciertos requisitos diarios de actividad, de logros o tareas, limita al máximo mi creatividad, me encierra en unos parámetros que me roban el disfrute del caos de la existencia, termino el día con la certeza de haber tachado todas las tareas de la agenda pero sin la sensación del deber cumplido, porque mi deber era otro, en mi afán por cumplir me olvide de apreciar y disfrutar lo que este día me trajo y camine ciega, sorda e insensible por las horas que se me regalaron, sin embargo cuando acometo el día con apertura, sin un horario, simplemente dejándome llevar por cada instante con la mirada asombrada ante cada uno de ellos, al llegar la noche me siento muy feliz, viví mi día como debería ser: abierta, sensible, asombrada, expectante y dichosa, mi día fue mucho más productivo en términos de creatividad, aprendizaje, relaciones, disfrute y oportunidades, porque lo viví atenta, porque recibí los mensajes de la naturaleza, de las personas con las que hablé, de los libros o artículos que leí, porque me dejé guiar y recorrí confiada el camino perfecto que la vida había trazado para mí en esta jornada.
Lo que si me queda claro es que hice lo que la vida me pidió sin intentar controlar nada en absoluto, me solté, me disolví con la existencia y viviendo deposité mis intenciones en ese océano infinito de posibilidades que sólo la alegría de existir puede activar en mi favor.

2/4/09

SIMPLIFICA

La vida es un paseo ¿por qué te complicas tanto? ¡Simplifica! Es tan fácil vivir cuando dejas atrás los apegos y las expectativas que te condenan a esperar siempre un mejor momento, el único propósito de la vida así te cueste aceptarlo es vivirla, no hay nada más que tengas que hacer, no hay obligaciones ni requisitos que debas cumplir para vivir plenamente.
Simplifica en lo material, llenarte de cosas es también llenarte de obligaciones, mientras más poseas más tendrás para guardar, cuidar, reparar y asegurar, la posesión de los objetos no asegura el disfrute de ellos, hay una enorme diferencia entre el tener y el gozar, en este mundo abundante hay infinidad de cosas que puedes usar y disfrutar sin necesidad de comprarlas.
Haz una limpieza en tu casa y lugar de trabajo: regala, vende o bota todo aquello que no hayas usado en un plazo de un año, seguramente nunca los volverás a usar, deja ir esos objetos para alguien que si los necesite, las cosas adquieren valor real con el uso, lo que guardas es energía congelada que impide que nuevas cosas lleguen a ti.
Simplifica tu trabajo, define lo urgente y lo importante y desecha todas actividad que no te acerque a tu propósito, aprende a delegar, a soltar, deja de creerte indispensable, no te ates a tu eficiencia, regálate intervalos de descanso, tomate un café y disfrútalo, si alguien que quieres te llama deja lo que estás haciendo y atiéndelo con cariño, si no puedes ser libre para administrar tu tiempo a tu antojo puedes estar ganando mucho dinero pero seguirás siendo un esclavo de ti mismo y de tus exigencias.
Simplifica tu vida social, comparte sólo con las personas que te agraden y te aporten algo como persona, no aceptes ir a donde no quieres o invitar a quien no te agrada sólo por compromiso o por conveniencia, dale prioridad al fortalecimiento de tus lazos familiares y de amistad, valora tu tiempo libre y dedícalo a actividades que te diviertan y te enriquezcan.
Simplifica tus relaciones, deja a un lado tantas exigencias y requisitos para convivir con los demás, acepta a cada cual con sus fortalezas y debilidades, no impongas tu criterio, no critiques o intentes cambiar a los que te rodean, si quieres ayudar simplemente regala tu amor y comprensión, todos caminamos el mismo sendero pero a un paso diferente y con una visión muy personal, en esa diversidad es que radica la belleza de la vida, cada persona es un aspecto del todo, tiene su aroma particular y su aporte especifico a la totalidad, si pretendes que los demás sean el reflejo de tus exigencias te estarás perdiendo la magia de la vida que se manifiesta en miles de millones de seres únicos en su esencia que llegan a tu vida para mostrarte distintos aspectos de la realidad.
Simplifica tus fuentes de información, lee, escucha e investiga sólo aquellos temas afines a tus intereses profesionales, intelectuales o espirituales, no te llenes de información inútil, si puedes evitarlo no veas noticieros, no escuches tragedias, aléjate de toda conversación negativa, filtra muy bien lo que llegue a ti porque ello influirá de manera importante en tus pensamientos y creencias acerca de la realidad, llénate de información alentadora, que te llene de fe, de poder, de fortaleza, de alegría y de esperanza.
Simplifica tu espiritualidad y enriquécela, de nada sirven los ritos y oraciones si no te conoces a ti mismo, de nada sirve rogar por una solución a tus problemas si no reconoces que la causa de ellos es tu percepción de la realidad, la única manera de conocerte es observarte, comenzar a buscar la causa de todos tus problemas en su origen que está en tus pensamientos, en tus creencias, en tu particular manera de interpretar la realidad, sólo podrás asumir plenamente tu responsabilidad observando de manera constante los pensamientos que tienes, las palabras que dices, la manera como reaccionas ante las circunstancias.
La mejor oración es vivir alegre y agradecido, simplifica tus creencias a la certeza de que Dios está en ti y tú en Él, busca en la soledad y el silencio un espacio para sentir Su presencia, búscalo en todas las personas, en las cosas y en cada instante porque allí es donde Él se manifiesta
Simplifica tu vida y vívela con todo tu ser, viaja ligero de equipaje, disfruta la jornada, acepta y ama lo que eres, se tu mismo, sigue tu corazón, goza tus sueños, trabaja por lo que quieres, vive, simplemente vive, porque la vida está en cada paso sin importar a donde te lleve.

31/3/09

CONCENTRATE, ASOMBRATE, DISFRUTA

Bien dice Facundo Cabral: “no estás deprimido, estás distraído” ahora yo te digo concéntrate… en ti y en la vida que fluye por tu cuerpo, en las sensaciones que te brindan tus cinco sentidos y que por andar distraído no aprecias.
Si observaras, si tocaras, si escucharas, si saborearas y olieras cada segundo de tu existencia con plena consciencia de todo lo que te rodea, te asombrarías de lo mucho que te has perdido por andar embelesado en la algarabía de tus pensamientos, encontrarías un especial deleite en cada melodía, un nuevo sabor en cada bocado, un aroma increíble en el café de la mañana que tomas apurado por salir corriendo para seguir corriendo durante todo el día, habitas en el siguiente momento, siempre ausente de lo que experimentas con el cuerpo, viviendo con la mente un espejismo que no te deja sensación alguna ni te brinda el éxtasis de la experiencia.
Tómate un instante cada mañana al despertar, ¡estás vivo! Qué maravilloso regalo tienes ante ti, un nuevo día, veinticuatro horas para experimentar todo lo que ese tiempo te ofrece, no lo desperdicies, aprecia, concéntrate en cada segundo porque cada uno de ellos te trae el regalo de la experiencia, al bañarte piensa en el agua que cae por tu cuerpo limpiándolo, relajándolo, despertándolo de su letargo, ve más allá y analiza todo ese complejo proceso que hace posible que el agua fluya en tu baño sólo con girar una llave, aprécialo, cada comodidad de la cual disfrutas es el resultado de años de evolución y progreso a tu servicio.
Asómbrate con los sonidos, aromas y colores de tu entorno, con el sabor y la textura de los alimentos, con los cientos de rostros que ves a diario sin que ninguno sea igual a otro, todo esta diversidad forma parte de la vida, no sólo los planes, las metas y el trabajo, no simplemente aquello que genera alguna ganancia material, todo sin excepción es un regalo del universo para que lo disfrutes y la única forma de hacerlo es concentrarte en ello, observarlo, sentirlo, agradecerlo y apreciarlo.
Comenzarás a tener entonces instantes fugaces de éxtasis, de asombro y de infinita alegría, disfrutarás en cada momento todo lo que te ofrece y te llenarás del gozo de vivir sólo con prestarle atención a la vida, no serán momentos extraordinarios por su trascendencia, pero en lo más sencillo y cotidiano descubrirás con asombro el inmenso placer que puedes regalarte sólo con concentrarte con todos tus sentidos despiertos en lo que estás experimentando.
O acaso no es éxtasis cuando al final del día te metes en tu cama y sientes como todo tu cuerpo se relaja y se estira agradeciendo el descanso, la sensación de las sabanas limpias, de la almohada mullida, del calor que poco a poco te envuelve llevándote suavemente al sueño profundo que repara tus fuerzas y te prepara para una nueva jornada en este maravilloso viaje por la existencia.
Permite que la vida te sorprenda y préstale tu cuerpo para hacerlo, préstale tu presencia y tu consciencia, concéntrate, asómbrate y disfruta el maravilloso privilegio de estar vivo.

18/3/09

¿FUERZA O FORTALEZA?

Dos términos en apariencia semejantes pero opuestos en esencia: quien ejerce la fuerza para acceder al poder renuncia a su fortaleza, en la sociedad actual la serenidad, la paz, el perdón y la no agresión se consideran símbolos evidentes de debilidad, ¿no será al contrario?
El poder no necesita de alardes para manifestarse, esta característica se puede observar claramente en la naturaleza, los animales más poderosos son a la vez los más tranquilos, en cambio los débiles esconden su miedo detrás de gestos amenazantes, un perro de gran tamaño es sereno y apacible, un perro pequeño siempre está ladrando y enseñando sus dientes para intimidar a aquellos a los que teme.
Esas mismas actitudes se pueden observar en los humanos, aquellos que son conscientes de su fortaleza actúan sin ansiedad ni violencia, la agresión no forma parte de sus prioridades y por esta misma razón jamás se sienten agredidos, su poder reside en su interior y se manifiesta en su vida, no es que sean ingenuos y lleguen a permitir con su actitud pacífica el abuso, simplemente no le siguen el juego a aquellos que pretenden intimidarlos o controlarlos por la fuerza.
Otros en cambio permanecen en un estado de ataque y defensa constantes, agreden a los demás porque les temen, han creído que quien hace daño controla la situación, que si alguien no responde a sus ataques es un cobarde o les teme, esto les da una sensación de poder que conjura temporalmente el miedo que sienten, son personas inseguras que se atacan en los demás, que usan la estrategia de la ofensa, que creen ganar una batalla causando dolor a los que los rodean sin entender que su táctica se vuelve finalmente en su contra.
No hay fortaleza más autentica que la serenidad, no hay poder más grande en el universo que el del amor, no hay debilidad en el perdón sino una sabiduría que comprende la complejidad del ser humano y la acepta, la fortaleza es silenciosa y pacífica, la fuerza es altanera y agresiva, quien es consciente de su fortaleza es capaz de perdonar sin un reproche y de comenzar de nuevo sin rencores, quien recurre a la fuerza negará el perdón como una estrategia de control sobre el otro, volverá una y otra vez sobre el error como un arma contra su adversario.
La fortaleza es el resultado del amor por uno mismo y de un sano auto concepto, cuando ninguna actitud, ninguna palabra, ninguna ofensa puede cambiar esa visión interior del propio valor hay un empoderamiento del ser, se renuncia conscientemente a la aprobación de los demás, la seguridad se basa en el autoconocimiento y no en disminuir a otro para engrandecerse.
La fuerza en cambio genera rivales, siempre estará compitiendo, intentando demostrar su fuerza por medio de la agresión, del abandono, de la crítica, del silencio, del reproche y del ataque indiscriminado contra todo aquel que parezca amenazar su auto imagen o le haga sentir vulnerable, una auto imagen que siempre estará en riesgo porque sus bases son tan débiles como la fuerza con la que pretende defenderla.
La fortaleza es el amor por uno mismo que se irradia hacia los demás y se brinda sin límites; la fuerza en cambio es una súplica velada por ser amado y aceptado, es el miedo al rechazo que se expresa por medio de la agresión y el conflicto
La fortaleza escucha, la fuerza discute, la fortaleza saca lo mejor de los demás, la fuerza desprecia y critica, la fortaleza es comprensión y perdón, la fuerza es rencor y venganza, la fortaleza empodera al otro, la fuerza lo hace dependiente, la fortaleza permite enfrentar los desafíos sin luchar contra ellos, la fuerza se enfrasca en una lucha sin sentido que genera resistencia y prolonga el sufrimiento.
Recurre a tu fortaleza, busca en ti y en lo que eres, tu poder no se basa en ser mejor que los demás ni en disminuirlos para sentirte más fuerte, tu mayor fortaleza es amarte y aceptarte como eres, amar y aceptar a los demás y a la realidad, sólo así dejarás de luchar contra ti mismo, contra las personas y las circunstancias que te rodean, entrarás en un espacio de aceptación que te dejará como fruto la paz y la serenidad, la actitud de un ser poderoso que sabe que vale por ser quien es, que posee todo el potencial en sí mismo para desarrollarse y crecer sin luchas inútiles por adquirir un lugar en el mundo que ya le corresponde.
Quien es consciente de su fortaleza abraza, sonríe y alienta, no teme expresar sus sentimientos porque son auténticos y no dependen de la reacción de los demás, no le interesa tener la razón o ganar en las discusiones, observa en silencio y en paz la frenética lucha que se libra en el mundo por el poder y sonríe, sabe que el único poder válido es el que ejerce sobre sus pensamientos, palabras y acciones para que la fuerza de sus reacciones no sabotee la fortaleza de sus decisiones.
No cometas el error de confundir bondad con debilidad, de asumir el silencio ante tus ofensas como una victoria o la nobleza ante tus ataques como sumisión, lo más probable es que te encuentres ante alguien mucho más sabio y poderoso que tu, su amor por ti es tan grande que evitará a toda costa recibir tu ofensa, será invulnerable a tus intentos de dañarlo y ante tu insistencia en atacarlo finalmente se alejará para conservar su afecto por ti y preservar la armonía en su existencia.

9/1/09

LOS 5 PERMISOS

Los 5 permisos inherentes a ser persona:

1 - Me concedo a mi misma(o) el permiso de estar y de ser quien soy, en lugar de creer que debo esperar a que otro determine donde debería yo estar o cómo debería ser.
2 - Me concedo a mi misma(o) el permiso de sentir lo que siento, en vez de sentir lo que otros sentirían en mi lugar.
3 - Me concedo a mi misma (o) el permiso de pensar lo que pienso y también el derecho de decirlo, si quiero, o de callármelo si es que así me conviene.
4 - Me concedo a mi misma(o) el permiso de correr los riesgos que yo decida correr, con la única condición de aceptar pagar yo misma(o) el precio de esos riesgos.
5 - Me concedo a mi misma(o) el permiso de buscar lo que yo creo que necesito del mundo, en lugar de esperar a que alguien más me dé el permiso de obtenerlo.
"El camino de la autodependencia" Jorge Bucay