Las emociones son pensamientos que se experimentan, hay algunos que pasan por tu mente sin que siquiera los notes, pero hay otros que se cuelan en tu cuerpo haciéndote sentir una sensación, que puede ser agradable o desagradable.
Los pensamientos que se hacen notar de esta manera son fragmentos de lo que tu crees ser, al ser parte de la identidad que has asumido necesitan manifestarse para que puedas continuar con el proceso de identificación de ti mismo, el pensamiento, al ser energía, es capaz de afectar todo el equilibrio químico de tu cuerpo y generar reacciones en cada una de tus células, de pronto una aguda sensación de bienestar o malestar te invade y si no eres conciente se apodera de ti y puede llegar a afectar, positiva o negativamente, no solo tu cuerpo físico sino también tu entorno.
Cuando estás feliz todo parece sonreír, un pensamiento dichoso ha desencadenado una serie de reacciones en toda la química de tu cuerpo, segregas hormonas, enzimas y compuestos que hacen que te sientas relajado, liviano y a gusto; cuando estás deprimido o enojado, el mundo se transforma en un feo lugar, el cuerpo se contrae, se tensiona y secreta sustancias perjudiciales para tu salud.
Las emociones son como el alimento que entra en tu cuerpo, seleccionas lo que comes, aunque muchas veces no lo hagas adecuadamente, después de ingerirlo el proceso natural sigue su curso, tu metabolismo selecciona los nutrientes y sustancias que necesita para funcionar correctamente y elimina lo que no le sirve a través de la orina y las heces, si las retienes, si tu sistema renal o digestivo falla, tu cuerpo se intoxica y puede llegar a morir.
Lo mismo sucede con las emociones, sin embargo no te das cuenta de cuales permites que entren en tu mente, las recibes sin discriminarlas, el cuerpo te envía una señal de alarma cuando una emoción negativa se hace presente, el sistema emocional no tiene un mecanismo natural para eliminar lo que le hace daño o no le sirve, como lo tiene el cuerpo, sin embargo, las emociones negativas son para la mente lo que la orina y las heces son para el cuerpo, te intoxican, deben ser sacadas o de lo contrario pueden hacerte mucho daño.
Las emociones positivas alimentan tu mente, las negativas la intoxican, al ser la mente el mecanismo de percepción del mundo externo puede nutrirlo o contaminarlo con lo que contiene, por eso es tan importante eliminar de ella lo que no contribuya a tu paz y dicha.
Periódicamente el cuerpo te envía señales para que inicies el proceso de excreción de toxinas, cuando las recibes tu vas al baño y ¡en privado! haces lo que él te pide, siguiendo con la comparación ¿es adecuado que lo hagas en publico, delante de otros? Por supuesto que no, entonces ¿Por qué lo haces con tus emociones? Para eliminar las emociones negativas es indispensable permitir que se manifiesten y se expresen para que no sigan contaminando tu mente, no se te ocurriría eliminar tus toxinas físicas en presencia de nadie, así de escrupuloso deberías ser con tus toxinas emocionales, sacarlas en publico contamina tu entorno – no las eliminas, las trasmites – la reacción que causa la expresión de tu negatividad se suma a ella fortaleciéndola, por lo tanto te sugiero que siempre que una emoción negativa te acose, busques un lugar privado y hagas lo que sea necesario para deshacerte de ella a solas.
Puedes escribir todo lo que estás sintiendo, golpear una almohada - una pared no es una buena elección – gritar, patalear, llorar y lamentarte ante un espejo, será hasta divertido ver allí tu patética expresión, observa como todo tu rostro se transforma por la ira o la tristeza, observa los pucheros que haces, las venas que se brotan, la piel enrojecida, la nariz inflamada, los ojos hinchados, permítete la más autentica y plena expresión de tu emoción negativa y observa como se aleja sin resistencia de ti.
Se ha ido sin afectar a nadie, sin causar daño, sin contaminar tu entorno, simplemente desapareció sin dejar rastro, tu basura mental está en donde debe estar y no en la sala de tu amigo o en el anden de tu vecino, has tomado una actitud emocional ecológica, respetuosa de tu ambiente y responsable por su estabilidad.
Los pensamientos que se hacen notar de esta manera son fragmentos de lo que tu crees ser, al ser parte de la identidad que has asumido necesitan manifestarse para que puedas continuar con el proceso de identificación de ti mismo, el pensamiento, al ser energía, es capaz de afectar todo el equilibrio químico de tu cuerpo y generar reacciones en cada una de tus células, de pronto una aguda sensación de bienestar o malestar te invade y si no eres conciente se apodera de ti y puede llegar a afectar, positiva o negativamente, no solo tu cuerpo físico sino también tu entorno.
Cuando estás feliz todo parece sonreír, un pensamiento dichoso ha desencadenado una serie de reacciones en toda la química de tu cuerpo, segregas hormonas, enzimas y compuestos que hacen que te sientas relajado, liviano y a gusto; cuando estás deprimido o enojado, el mundo se transforma en un feo lugar, el cuerpo se contrae, se tensiona y secreta sustancias perjudiciales para tu salud.
Las emociones son como el alimento que entra en tu cuerpo, seleccionas lo que comes, aunque muchas veces no lo hagas adecuadamente, después de ingerirlo el proceso natural sigue su curso, tu metabolismo selecciona los nutrientes y sustancias que necesita para funcionar correctamente y elimina lo que no le sirve a través de la orina y las heces, si las retienes, si tu sistema renal o digestivo falla, tu cuerpo se intoxica y puede llegar a morir.
Lo mismo sucede con las emociones, sin embargo no te das cuenta de cuales permites que entren en tu mente, las recibes sin discriminarlas, el cuerpo te envía una señal de alarma cuando una emoción negativa se hace presente, el sistema emocional no tiene un mecanismo natural para eliminar lo que le hace daño o no le sirve, como lo tiene el cuerpo, sin embargo, las emociones negativas son para la mente lo que la orina y las heces son para el cuerpo, te intoxican, deben ser sacadas o de lo contrario pueden hacerte mucho daño.
Las emociones positivas alimentan tu mente, las negativas la intoxican, al ser la mente el mecanismo de percepción del mundo externo puede nutrirlo o contaminarlo con lo que contiene, por eso es tan importante eliminar de ella lo que no contribuya a tu paz y dicha.
Periódicamente el cuerpo te envía señales para que inicies el proceso de excreción de toxinas, cuando las recibes tu vas al baño y ¡en privado! haces lo que él te pide, siguiendo con la comparación ¿es adecuado que lo hagas en publico, delante de otros? Por supuesto que no, entonces ¿Por qué lo haces con tus emociones? Para eliminar las emociones negativas es indispensable permitir que se manifiesten y se expresen para que no sigan contaminando tu mente, no se te ocurriría eliminar tus toxinas físicas en presencia de nadie, así de escrupuloso deberías ser con tus toxinas emocionales, sacarlas en publico contamina tu entorno – no las eliminas, las trasmites – la reacción que causa la expresión de tu negatividad se suma a ella fortaleciéndola, por lo tanto te sugiero que siempre que una emoción negativa te acose, busques un lugar privado y hagas lo que sea necesario para deshacerte de ella a solas.
Puedes escribir todo lo que estás sintiendo, golpear una almohada - una pared no es una buena elección – gritar, patalear, llorar y lamentarte ante un espejo, será hasta divertido ver allí tu patética expresión, observa como todo tu rostro se transforma por la ira o la tristeza, observa los pucheros que haces, las venas que se brotan, la piel enrojecida, la nariz inflamada, los ojos hinchados, permítete la más autentica y plena expresión de tu emoción negativa y observa como se aleja sin resistencia de ti.
Se ha ido sin afectar a nadie, sin causar daño, sin contaminar tu entorno, simplemente desapareció sin dejar rastro, tu basura mental está en donde debe estar y no en la sala de tu amigo o en el anden de tu vecino, has tomado una actitud emocional ecológica, respetuosa de tu ambiente y responsable por su estabilidad.
Diana Rodriguez Angulo