12/2/10

NECESIDAD

Cuando percibes una necesidad, olvidas que no necesitas nada, pierdes la confianza que te abre todas las puertas, necesitar es creer que podrías estar mejor de lo que ahora estás, que podrías ser mejor de lo que ahora eres, es el reflejo de tu falta de confianza en la protección, el cuidado y el perfecto amor de Dios para ti.
Hay una clara distinción entre el deseo y la necesidad, esta última te llena de ansiedad y expectativa por el resultado mientras el deseo te impulsa a actuar confiado en la certeza de que todo se desenvolverá fácilmente de acuerdo a un plan maestro.
Necesitar de algo o de alguien es un reclamo de tu exterior, dentro de ti estás completo y pleno, sólo cuando depositas tu expectativa en algo ajeno a ti la necesidad se apodera de tu mente y te hace sentir incompleto, te lleva a una búsqueda permanente para llenar una serie de requisitos que provienen de afuera.
De la necesidad surgen las obsesiones, los vicios, los apegos y la dependencia, necesitar de cualquier cosa para sentir bienestar es esclavizarse a ella, puede ser comida, tabaco, licor, sexo, juego, una persona, un estado civil, una relación, una posición económica o laboral, algún objeto, lo que sea que necesites que esté más allá de los limites de las necesidades básicas de supervivencia terminará por atarte al deseo de poseerlo, consumirlo o lograrlo.
Y es que es preciso hacer una clara distinción entre la sana ambición, el natural deseo por tener las cosas que te gustaría y la necesidad de obtenerlas para poder ser feliz; comer bien, divertirse, disfrutar relaciones armónicas, poseer cosas que nos gustan, todo esto es adecuado para tu crecimiento y evolución integral, lo que corrompe este objetivo es la creencia de que en su consecución encontrarás la felicidad, que en la satisfacción de esos deseos se esconden la seguridad y estabilidad que tanto anhelas.
El deseo te permite disfrutar de la visión de tus anhelos, la necesidad en cambio te hace sufrir por no tenerlos, esa es la gran diferencia, disfruta lo que tienes sin amargarte por lo que no puedes tener o aún no has obtenido, cualquier necesidad que percibas no es más que un reclamo de tu ego o una cadena que tú mismo has creado generando dependencia de algo para estar bien, ese es el caso de los vicios, si no logras calmar la necesidad todo tu organismo se desequilibra por la abstinencia generándote una inmensa ansiedad, si el objeto de tu necesidad es una persona te sentirás desdichado si no actúa como tu esperas ni cumple las esperanzas de satisfacción que has puesto en ella.
Disfruta, desea, ama, anhela, pero no conviertas nada de esto en un requisito para tu paz interior o tu felicidad, rico no es el que más tiene sino el que menos necesita, libre es quien no depende de nada ni de nadie para elegir ser feliz y vivir plenamente.

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