23/2/10

SABIDURIA


Sabiduría es renunciar al control de los eventos y personas afuera de ti y dirigirlo hacia el único objetivo posible: tu propio ser, aceptar que no hay lucha por grande que sea que logre conquistar para ti ni un fragmento del mundo, pero que existe un poder inmenso que te ayuda a conquistarte a ti mismo.
No intentes transmitir lo que la vida te ha enseñado porque este conocimiento no conoce de palabras sino de experiencias, si la vida te ha hecho sabio no es con discursos como vas a transmitir esa sabiduría a los demás sino con la aceptación de que cada cual aprende de su propio maestro que no es otro que la experiencia vital.
Permitir que los demás vivan sus propias experiencias, sin interferir, sin proteger, sin pretender que asimilen lo que tus has aprendido con las tuyas, es la manera más eficaz de convertirlos en maestros.
La sabiduría te permite aplicar lo que has aprendido, el conocimiento en si nada te aporta, puedes leer muchos libros, asistir a seminarios y cursos y hasta ser una enciclopedia ambulante pero si no sabes cómo aplicar esos conocimientos en el día a día, la sabiduría estará muy lejos de tu alcance.
Es mediante la práctica de esos conocimientos como se adquiere la destreza para afrontar los retos de la existencia y la verdadera sabiduría consiste en experimentar con ellos, convertir tu vida en un laboratorio de posibles aplicaciones de todo lo aprendido y mediante la medición y el análisis de los resultados obtenidos deducir cuál de ellos se adapta mejor a cada circunstancia y te aporta los resultados que buscas.
Sabiduría es saber callar cuando las palabras ya no surten efecto en una situación, es ignorar lo que no deseas ver en tu vida y enfocar tu atención en lo que si deseas, es hablar menos y convertirte en un ejemplo viviente de tu progreso y crecimiento, es alentar y apoyar a los demás para alcanzar otros niveles de consciencia, es ser capaz de conservar la paz en cualquier circunstancia y aceptar tanto tus errores como tus aciertos agradeciendo en todo momento su potencial de aprendizaje.
Si has sido un buen alumno y has aprovechado cada una de tus experiencias, entonces has renunciado poco a poco y por convicción a muchas ataduras, te has desprendido de la necesidad de ser aprobado y de ser más o mejor, has visto la inutilidad de la defensa y el ataque como mecanismos de poder, has entendido que no hay lucha fructífera en este mundo y seguramente tu actitud será la de un sabio y tu sola presencia será capaz de transmitir lo que a través de tu experiencia has aprendido.
La alegría, la paz, la serenidad, la fortaleza, el amor y la compasión son fuerzas magnéticas que atraen con su irresistible influencia, nadie puede permanecer indiferente ante una persona que con sus actos demuestre que las posee, alguien así es un maestro formidable que enseña a sus hermanos el lado amable de la existencia y el poder oculto en una actitud positiva ante la vida, alguien que ilumina y transforma el mundo con su presencia benéfica, que no necesita palabras para enseñar lo que sabe, porque su vida es un texto magnifico en el cual todos pueden leer sus enseñanzas.
La verdad no necesita argumentos, los valores se expresan con actos concretos, los verdaderos maestros viven su verdad y sin el menor esfuerzo de su parte la enseñan, son solo guías de otros que los siguen buscando desentrañar el misterio de su felicidad y de su paz, lo que ellos ofrecen no puede ser contenido en doctrinas, un autentico maestro vive tranquilo en su verdad, la expresa sin proponérselo, la enseña sin el menor esfuerzo y muchas veces, sin darse cuenta, transforma la vida de todos aquellos que entran en contacto con su ejemplo vital.

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