22/2/10

RELIGION

Las enseñanzas de los grandes maestros dieron origen a las religiones más extendidas en el mundo, todos ellos hablaron de lo mismo: amor, tolerancia, respeto, perdón, enseñanzas que son una guía para llegar a lo esencial y abandonar lo mundano, un mapa para llegar a Dios y no para apartarnos de Él.
¿Qué paso con su sencilla enseñanza? Se complicó como todo lo de este mundo, la sencilla formula del amor se convirtió en dogmas, ritos, sacramentos y requisitos que la pusieron fuera del alcance de muchos, la complicaron a tal punto que ahora todo lo que pretenda volver a ella se convierte en una amenaza.
En nombre de ellas y de Dios se han cometido las peores atrocidades, se han librado las más sangrientas guerras, en pleno siglo XXI se sigue asesinando en su nombre, ¿por qué? Porque no lo conocemos, porque lo convertimos en un concepto inalcanzable para la mayoría, su simple mensaje ha sido ocultado por el temor.
No puedo decirte lo que Dios es, no hay palabra que lo defina, pero puedo decirte con toda certeza lo que no es: no es un juez, no es un verdugo, no es un anciano venerable de barba blanca sentado en un trono, no es un ser que vive en un lugar apartado y lejano de ti, no es alguien y no es algo, no es lo que te digan de Él sino lo que tu puedas experimentar de su grandeza y de su amor infinitos.
Aléjate de los conceptos pues son ellos los que te niegan la dicha, la paz y la seguridad que existe en su presencia, búscalo en todo y en todos pues es allí donde lo encontrarás, búscalo en la quietud del silencio, en la voz que te susurra amorosas promesas, en la alegría, en el amor, en la compasión, en cada segundo que puedas tomar conciencia de lo que eres por ser su hijo amado, búscalo en ti porque es allí donde Él está.
No te pido que abandones tu fe ni que reniegues de tus creencias, solo te sugiero que uses tu capacidad de discernimiento para llegar a la verdad, para cuestionar lo que te han enseñado, respeto profundamente la libertad de cada persona para vivir su espiritualidad de la forma que elija vivirla, pero te exhorto a buscar a Dios por ti mismo, en la iglesia, la mezquita o la sinagoga, en cada segundo de tu existencia, en cada persona, en la naturaleza, Dios es inexplicable pero no es un misterio, es una vivencia, una experiencia personal que no puede ser enseñada ni trasmitida.
Prueba a buscarlo sin temor, Él solo quiere que le permitas llegar a ti de forma directa, sin interferencias, sin mediadores, sin ritos, Él solo te pide que confíes en su amor que te cuida, provee, protege y guía en todo momento, que experimentes la perfecta seguridad de su presencia, que recibas su regalo de paz y dicha que es su única voluntad para ti.

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