Vivir en un estado de consciencia, es despertar del sueño profundo en el cual has vivido en un total abandono de ti mismo, perdido en medio de una maraña de pensamientos, conceptos, prejuicios, recuerdos y proyecciones, alejado de la realidad, cegado por las ilusiones, acosado por un pasado que pretendes evadir viviendo en el futuro, proyectando tus esperanzas de libertad y realización a un espacio inalcanzable ubicado por fuera de tu presente.
Caminas por la vida aferrado al pasado o ansioso a la espera de lo que ha de venir; date cuenta, el tiempo es difuso como el agua, se desliza presuroso entre las manos, tan efímero que no logra mojarlas, tan eterno que solo existe ahora y ese ahora es todo lo que tienes.
Ya no puedes escuchar la música de ayer, tampoco probar el bocado de mañana, el placer no se puede atesorar, tus sentidos son opacados por una mente que ignora la gloriosa realidad para sentir con el recuerdo viejas sensaciones del pasado.
Camina, come, escucha, mira, huele y palpa plenamente consciente, dándote cuenta, sintiéndolo, sólo así dejarás de perderte lo sagrado de la vida, hazlo todo pleno de consciencia y lleno de ganas, disfruta cada instante, sólo si vives cada segundo con sentido lograrás estar realmente vivo.
Caminan dormidos por la vida los que ignoran la mágica experiencia de sentir, agonizan los que corren afanados detrás de sus sueños, ignorando el recorrido sin entender que renuncian a la existencia, sin saber que la muerte no está al final sino que es una elección en el ahora, cuántos cambian la oportunidad de ver un amanecer por el dinero para comprar una obra de arte que lo represente.
No le pongas valor a tu felicidad, no te vendas barato, eres sagrado, el milagro más grande es estar acá, en el justo lugar donde te encuentras, en el cuerpo que te ha tocado, con los dones que se te han dado, con un propósito sagrado que viniste a cumplir y olvidaste por correr hipnotizado detrás de tu futuro sin poderlo alcanzar, porque jamás vivirás en él, ni podrás quedarte en el pasado; sólo existe un momento verdadero, este en el cual estás leyendo estas palabras, ellas sólo existen para ti en este instante, mañana serán apenas un recuerdo, una idea, tal vez una inquietud.
Para mí son una gloriosa experiencia mientras las escribo, las percibo con la mano que se mueve presurosa intentando resumir lo que dicta el esquivo pensamiento, mis ojos repasan las imágenes formadas con el raudo movimiento, la mente revisa la manera correcta de expresarlo y el oído le pone un sonido armónico a las letras; sólo existe esta justa palabra presente, las demás forman parte del pasado y las otras las agarró de mi mente, si me descuido y no logro escribirlas, se perderán en el vació para siempre.
Caminas por la vida aferrado al pasado o ansioso a la espera de lo que ha de venir; date cuenta, el tiempo es difuso como el agua, se desliza presuroso entre las manos, tan efímero que no logra mojarlas, tan eterno que solo existe ahora y ese ahora es todo lo que tienes.
Ya no puedes escuchar la música de ayer, tampoco probar el bocado de mañana, el placer no se puede atesorar, tus sentidos son opacados por una mente que ignora la gloriosa realidad para sentir con el recuerdo viejas sensaciones del pasado.
Camina, come, escucha, mira, huele y palpa plenamente consciente, dándote cuenta, sintiéndolo, sólo así dejarás de perderte lo sagrado de la vida, hazlo todo pleno de consciencia y lleno de ganas, disfruta cada instante, sólo si vives cada segundo con sentido lograrás estar realmente vivo.
Caminan dormidos por la vida los que ignoran la mágica experiencia de sentir, agonizan los que corren afanados detrás de sus sueños, ignorando el recorrido sin entender que renuncian a la existencia, sin saber que la muerte no está al final sino que es una elección en el ahora, cuántos cambian la oportunidad de ver un amanecer por el dinero para comprar una obra de arte que lo represente.
No le pongas valor a tu felicidad, no te vendas barato, eres sagrado, el milagro más grande es estar acá, en el justo lugar donde te encuentras, en el cuerpo que te ha tocado, con los dones que se te han dado, con un propósito sagrado que viniste a cumplir y olvidaste por correr hipnotizado detrás de tu futuro sin poderlo alcanzar, porque jamás vivirás en él, ni podrás quedarte en el pasado; sólo existe un momento verdadero, este en el cual estás leyendo estas palabras, ellas sólo existen para ti en este instante, mañana serán apenas un recuerdo, una idea, tal vez una inquietud.
Para mí son una gloriosa experiencia mientras las escribo, las percibo con la mano que se mueve presurosa intentando resumir lo que dicta el esquivo pensamiento, mis ojos repasan las imágenes formadas con el raudo movimiento, la mente revisa la manera correcta de expresarlo y el oído le pone un sonido armónico a las letras; sólo existe esta justa palabra presente, las demás forman parte del pasado y las otras las agarró de mi mente, si me descuido y no logro escribirlas, se perderán en el vació para siempre.
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