2/3/10

BENDICION

La bendición del mundo eres tú, ¿no lo puedes creer? Tu sonrisa alegra el mundo, tu perdón lo santifica, tu santidad lo perfecciona y tu amor lo salva.
Bendecir es reconocer que todos somos Uno, que la luz que brilla en ti se extiende con tu decisión de irradiarla, que la paz se logra dando paz, la felicidad se brinda siendo feliz, el perdón se otorga ignorando las consecuencias del error y reconociendo que, por ser un error, puede ser corregido con la verdad.
Bendices al mundo cuando te niegas a ser herido, lo bendices igualmente cuando renuncias al ataque, cuando dejas de hacer distinciones y les das a todos tu paz y tu luz, sin guardarte nada, sin ser avaro con lo que tienes en abundancia, solo dando lo recibes, no al contrario, la bendición crece y brilla sobre ti solo cuando la ofreces sin restricciones, no tienes idea de lo que tu bendición puede hacer por todo lo que te rodea, no sabes hasta donde se extenderá y a cuantos bendecirá.
Tu sonrisa es bendición, tu paz es bendición, tu alegría es bendición, tu perdón es bendición, tú eres bendición y bendices al mundo entero con tu luz. Bendices a tu hermano cuando te niegas a compartir con él su debilidad, cuando ignoras sus errores en lugar de recalcarlos para luego sentirte generoso al otorgarle tu perdón.
Tu paz invulnerable, tu alegría constante y tu fe inquebrantable bendicen al mundo, cuando caminas por él con pasos firmes sabiendo que en todo momento estas protegido, cuidado y guiado por una Luz que nunca se apaga, vas regando tu bendición a cada paso, alcanzando con ella a todo aquel que se cruce en tu camino y que sin saberlo la recibe y la extiende, porque esa bendición es capaz de cambiar su vida en un instante.
Cualquiera que sea tu actividad o el lugar en el cual te encuentres, independientemente de lo que veas ahora o lo que consideres que tu eres, puedes bendecir sin limite a tus hermanos, eso no depende de ti, no te creaste a ti mismo, no decides cuánto poder tienes, ese poder está ahí para cumplir una función a través tuyo, no depende de ti la manera como esa bendición ha de extenderse, formas parte de un plan universal y lo que tu hagas por la paz del mundo y por su liberación jamás se perderá.
Es la imagen que has fabricado de ti mismo la que trata de convencerte de que tu solo no puedes bendecir a todo lo que te rodea, pero no estás solo, formas parte de una sola mente, de un solo cuerpo que se transforma con tu transformación, que es bendecido con tu bendición, no alcanzas a imaginar el poder transformador que tiene tu bendición en un mundo que clama por una luz que lo rescate de la oscuridad, de la tristeza y de la desesperación.

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